Afirma con conocimiento de causa mi gran amigo Iván Edroso que esta cuarentena hubiese sido mucho más tediosa sin el Merlos Place y el Agapimú Agapimúde Ojete Calor y Ana Belén. Y razón no le falta. Tampoco a quienes se refugiaron durante días, quizá demasiados, en la archireproducida versión del Resistiré; o los que volvimos a ver, al menos un par de veces, la película Contagio en Movistar Plus. Porque mientras la vida en el exterior se apaga, y el drama y la tragedia lo desbordaban absolutamente todo, la humanidad confinada buscaba formas de revitalizarla. De esbozar una sonrisa. Y la tele y la cultura se alzaron, una vez más, como la mejor vacuna. La medicina indispensable para inyectar entretenimiento, sosiego y paz a un encierro que se dibujaba triste y largo. Y así fue.
Por eso, cuando el primer fin de semana de cuarentena surgió el movimiento musical #YoMeQuedoEnCasa, con conciertos cada viernes, sábados y domingos desde la comodidad del sofá, muchos nos reconciliamos con artistas como Rozalén, Álvaro Soler o Miss Caffeina. Y bailamos, cantamos, gritamos, reímos y lloramos mirando el Instagram. Una sensación similar, pero con diferente app, que exprimimos cuando se convirtió en viral la opción multidisciplinar de Resistiré. La mítica canción del Dúo Dinámico fue pronto versionada en un cover sin precedentes por artistas tan variopintos como Álex Ubago, Andrés (Dvicio), Blas Cantó, Carlos Baute, Conchita, Bisbal, David Summers, o Diana Navarro. Ellos la transformaron en himno y los megáfonos de los vecinos DJs lograron que le cogiésemos manía.
Algo que en todo este tiempo excepcional no lo ha ocurrido a Agapimú. La inolvidable canción griega de Ana Belén llegó en el momento que más la necesitábamos. Cuando hastiados del Resistiré y de la primera prórroga, Ojete Calor (Carlos Areces y Aníbal Gómez) sacaron a la luz un temazo que nos transportó a los mejores sketches de Martes y Trece. A quienes seguro tampoco se les hubiese pasado por alto el caso Merlos Place.
El escándalo televisivo del confinamiento. Un producto tan telecinquero y tan bien narrado que incluso ha traspasado fronteras: la oscarizada Whoopi Goldberg se ha hecho eco de él en su programa The Wiew. Porque hasta cuatro semanas ha exprimido el salseo Mediaset. ¡Cuatro! Las últimas de una cuarentena que, todo sea dicho, necesitaba de noticias frívolas para tomar el pulso poco a poco a la nueva normalidad.