o suelo escribir sobre fútbol, porque es un tema ya cubierto en los medios de comunicación en general. Sin embargo, 100 años no se cumplen todos los días; y no quiero dejar pasar esta jornada sin "entrar" (metafóricamente) en el campo del Deportivo Alavés, para sumarme a las felicitaciones por su Centenario.

Quisiera hacerlo, eso sí, de mano de Las Gloriosas, su equipo femenino. Al fin y al cabo, fueron ellas quienes me reconciliaron con el llamado "deporte-rey" (del que se ha dicho, p.ej., que un sueldo anual de Neymar equivaldría a la suma de 1.693 salarios anuales de mujeres de las principales ligas mundiales de fútbol femenino). A Las Gloriosas les debo así mi interés por mirar el fútbol desde un ángulo diferente: el de la admiración a esas davides en un mundo de goliats.

No les contaré aquí su historia, porque ya se ha editado un fantástico libro Deportivo Alavés (1921-2021) que la recoge con mimo. Pero sí quiero animarles a que sigamos con más constancia su andadura (en nuestra mano está cambiar el dato de que la Copa del Rey recibe en Google 27 millones de búsquedas, mientras que la Copa de la Reina recibe apenas 1 millón y medio). Para facilitar que sigamos más a nuestras jugadoras, este año el Deportivo Alavés ha conseguido la autorización para emitir sus partidos como local por streaming, a ver por youtube o twitch desde cualquier dispositivo electrónico. Bien.

En mi caso, cuando veo a las Gloriosas, me acuerdo de una jugadora llamada Nita Carmona que en los años veinte (también hace 100 años) antes de cada partido del Sporting de Málaga se vendaba los pechos para disfrazarse de hombre y poder jugar con su equipo. Afortunadamente hoy nuestras Gloriosas no tienen que vendarse: pueden ser mujeres fuera y dentro del campo. Gracias, Gloriosas y resto de futbolistas alavesas, por defender esa conquista cada temporada.