En nuestro día a día, es frecuente recibir llamadas telefónicas de números desconocidos. Nada más entablar conversación, acostumbramos a empezar con un “sí”. Un monosílabo que puede ser peligroso, tal y como asegura la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) y que algunos delincuentes usan en nuestra contra, haciendo pasar por real un consentimiento que no es tal.
Aunque existen muchas otras maneras de contestar al teléfono como, por ejemplo, “hola” o “diga”, no todas valen si al otro lado estamos ante un estafador. Ante el resigo de engaño, ¿cómo podemos actuar? ¿Existe alguna forma de evitar este tipo de situaciones?
Engaño al otro lado del teléfono
Para entender mejor en qué consiste esta estafa del “sí”, vamos a distinguir entre dos trampas diferentes: la respuesta grabada y la suplantación.
La respuesta grabada
En este primer tipo de contestación, la víctima recibe una llamada. Al contestar con el clásico “sí”, nadie responde al otro lado, hasta que, pasados unos segundos, salta una locución grabada avisando de que queda formalizada la contratación de un servicio por un determinado importe.
Por su parte, el usuario suele devolver la llamada de inmediato a ese número, donde le atienden y le piden ciertos datos para cancelar ese servicio, ya sea un seguro del banco, un servicio premium de plataformas audiovisuales, un contrato con una compañía telefónica, etc.
No obstante, el engaño suele funcionar, pues en realidad se están haciendo con los datos de la víctima. Dicho de otro modo, los delincuentes contarían con una serie de datos, como el número de cuenta bancaria y otra información personal con la que podrían perjudicarnos.
La suplantación
El segundo tipo de estafa con el “sí” como protagonista es diferente a la citada anteriormente, pero mucho más sutil. En este tipo de fraude, el delincuente realiza una llamada telefónica al usuario suplantando la identidad de cualquier empresa (servicio de gas, banco, luz…).
Durante la conversación, el estafador comienza a hacerle preguntas a la víctima, hasta que consigue un “sí” por respuesta en una de ellas. Además, la conversación, que suele estar grabada, incluye la voz del usuario. Y, aprovechándose de esto, puede intentar darse de alta en tu nombre en algún servicio.
Cómo evitar la estafa
El mejor método para evitar el fraude es muy simple: nunca hay que devolver la llamada a un número misterioso. En su lugar, es recomendable llamar para asegurarse de que no se ha contratado un servicio por despiste, llamando directamente.
Asimismo, cuando nos encontremos ante cualquier llamada sospechosa, en la que no hay identificación o se contacta de un servicio no contratado, lo mejor es colgar cuanto antes. Y, pro supuesto: no dar ninguna información, por inocente que parezca.
Soluciones al engaño
En el caso de que hayas podido caer en la estafa o creas que has hecho un mal uso de tu grabación, existen varias soluciones al respecto. La más común es comprobar los movimientos bancarios con regularidad para detectar que no ha habido cargos indebidos.
Otro remedio puede ser buscar información en la red sobre el número número de teléfono al que llamaste devolviendo la llamada y así identificar a la persona o empresa. Del mismo modo, puedes optar por cambiar las contraseñas de los sitios que creas que se han podido comprometer.
Y, por último, ‘egosurfing’. Esta técnica se basa en buscar tu nombre en la red para saber si hay información nueva acerca de ti en algún sitio que desconozcas. Es decir, cuentas creadas, otros perfiles en redes sociales, aparición en listas públicas, etc.
Ante la duda, denuncia
Es recomendable dejar constancia de todas las estafas que se sufren de manera oficial. Para ello, nada como reunir todas las pruebas: registro de llamadas de tu teléfono, facturas del operador, cobros del banco y cualquier información que ayude con la denuncia.