Alrededor de 2.100 vascos caen al mes en una estafa informática. El delito que más se denunció en las comisarías vascas junto a los hurtos el pasado año. Y es que la cifra total de robos registrados a lo largo de 2023 en Euskadi sumó más de 30.000 hurtos, a los que habría que sumar los robos con violencia, o sustracciones de vehículos, entre otras.

Así lo refleja el informe del Ministerio de Interior sobre criminalidad de 2023 publicado esta semana, que pone sin embargo de manifiesto una reducción de los delitos convencionales, que se ve notablemente aumentada por la cifra disparada de delitos informáticos.

Esta “nueva” delincuencia suma 27.798 denuncias, una cifra en su mayoría empujada por las estafas informáticas, con más de 25.000 casos solo en Euskadi. Y es que de media, alrededor de 70 personas sufrieron un timo informático cada día a lo largo del pasado año.

De hecho, este mismo mes el Gobierno vasco ha aprobado los estatutos de Cyberzaintza, que tendrá como objetivo prevenir y detectar incidentes de ciberseguridad y responder ante ellos, apoyar e impulsar la capacitación en materia de ciberseguridad y desarrollo digital seguro a empresas y sectores esenciales de Euskadi, o garantizar un nivel adecuado de ciberseguridad en el uso de los medios electrónicos, entre otros. 

Baja el delito convencional

Según se puede desgranar del balance hecho público por el Gobierno español, la mayoría de tipologías delictivas se redujo el pasado año. De 71 homicidios registrados en 2022, a 50 del pasado año; los robos con violencia en domicilios bajaron más de un 20%, así como los delitos por tráfico de drogas, cuya cifra bajó de los 623 a 596 del pasado año. 

Los secuestros por su parte se duplicaron, al pasar de 4 a 9 en 2023, lo que supone un aumento del 125%, así como los delitos contra la libertad sexual. Y los robos, que sumarían alrededor de 40.000 el pasado año, con un notable descenso respecto al año anterior sobre todo en los robos con violencia en domicilios, un 20% menos.

En cuanto al total de la criminalidad subió en el último año un 5,9% en Euskadi, al anotar 107.763 hechos, de los que más de siete de cada diez casos corresponden a la categoría de la criminalidad convencional, con un total de 79.965 . Lo que representa una reducción del 1,1% respecto a 2022, en el que Euskadi sumó 80.849, según las cifras hechas públicas por el Ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska. 

Aumento del 500%

En un año en el que en la CAV se registraron de media 220 delitos cada día, la cibercriminalidad alcanzó récords, sumando el 26% de los delitos. Y es que aunque “solo” representa uno de cada cuatro crímenes denunciados en Euskadi durante el pasado año, este tipo de delitos sube con fuerza, un 33% sobre el año anterior, al pasar de 20.907 de 2022 a los 27.798 delitos del pasado año.

De hecho, tal es el incremento en todo el Estado, que Interior pone en el balance especial énfasis en este tipo de delitos, haciendo alusión a las cifras registradas estatalmente. En él, el Ministerio de Marlaska destaca como indicador llamativo las estafas informáticas por su “impacto sobre el conjunto de la criminalidad”. “Las estafas informáticas representaron la cantidad anual de 426.744 delitos en 2023, eso implica que en apenas ocho años crecieron un 508% sobre las registradas en 2016”, destacan. 

Las denuncias por delitos sexuales crecen un 10%

Las denuncias por delitos contra la libertad sexual incrementaron el pasado año un 10% en la CAV. Así lo refleja el balance de criminalidad del Ministerio de Interior, que indica que en las comisarías vascas se pusieron un total de 231 denuncias por agresiones sexuales en 2023, lo que supone 4 menos que el pasado año. 

Sin embargo, en el resto de delitos contra la libertad sexual se ha registrado en la CAV un incremento de más del 15%, un aumento total que sin embargo el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska achaca el incremento a la mayor sensibilización social acerca de estos delitos. Y en consecuencia, su traducción en una mayor predisposición a denunciarlos.

Según se puede desgranar del balance del Gobierno español, en 2022 se denunciaron un total de 521 casos contra la libertad sexual, mientras el pasado año las denuncias incrementaron hasta las 600 en Euskadi.