Andrés Calamaro se ha convertido en noticia en las últimas horas no por su gira internacional, sino por lo que hizo este pasado sábado en la ciudad colombiana de Cali y que ha dado la vuelta al mundo gracias al poder viralizador de las redes sociales.
Activista taurino
El argentino, que lleva décadas cantando en solitario tras formar parte de los grupos Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez, muestra cada vez que puede su pasión y su apoyo hacia la tauromaquia, incluso en las letras de sus canciones. Eso le ha llevado, sobre todo en los últimos años, a realizar ataques en sus redes sociales, a veces furibundos, ante quienes defienden la prohibición de las corridas de toros.
La cuestión es que este sábado cantaba en el Arena Cañaveralejo, que era una plaza de toros hasta que se han prohibido este tipo de espectáculos en Colombia. Y Calamaro quiso aprovechar la situación para dedicar una de sus canciones más conocidas, Flaca, a la tauromaquia. Primero realizando unos lances con una chaqueta roja, algo que provocó los primeros murmullos de desaprobación entre los asistentes. Y después con las palabras que pronunció, brindando el tema “a todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedan sin lugar porque votaron por eso: dejarlos en la calle”.
"¡Hasta nunca!"
En ese momento se empezaron a escuchar los primeros abucheos del público. El argentino pareció que iba a continuar con normalidad, ya que arrancó una estrofa de la canción, pero de repente dejó de cantar y, dirigiéndose al público, dijo: “Lo siento, están cancelados y bloqueados: ¡Hasta nunca!”, mientras se marchaba del escenario dejando a sus músicos interpretando la parte instrumental de la canción y a los espectadores estupefactos.
Horas antes del concierto ya había subido a su cuenta de Instagram un post con una imagen del escenario de Cali y "condenando la arbitraria prohibición de las corridas de toros en Colombia, una debacle cultural y un crimen contra la libertad del pueblo".
Se reafirma un día después
Y ya el domingo , Calamaro se reafirmaba en su proceder con un largo post en su cuenta de Instagram ilustrado con la foto de una estatua de Joselillo de Colombia, un torero de ese país. “No sé si los aficionados son mayoría en Colombia pero tampoco la literatura es mayoritaria y de momento no se queman libros y la biblioteca sigue abierta”, comenzaba su discurso con una comparación un tanto discutible.
“Los aficionados somos decentes y educados padres de familia que jamás maltratamos animales, pero los animalistas no saben hacer otra cosa que insultar y desear sangrientas consecuencias para quienes elegimos libremente qué hacer con nuestro tiempo. Sí, el único razonamiento que tienen es insultar”, proseguía el artista, obviando los numerosos motivos que los antitaurinos esgrimen para oponerse a las corridas de toros.
Y Calamaro, habitual de las plazas de toros y con amigos toreros, volvía a atacar a quienes no piensan como él. “Cali jamás votó ni fue a referendo para cerrar la plaza, esto ocurre con la complicidad de la ignorancia adolescente de una minoría y luego son movidas políticas para tejer alianzas y sumar una mayoría. Colombia es taurina como es musical, es tradicional, cultura, trabajo y libertad. Eso no va a cambiar. Nótese la educación exquisita de los argumentos y luego la violencia infantil infame que largan los cobardes animalistas bajo su mentiroso manto de piedad que esconde un egoísmo imperdonable y un claro desdén por los derechos de los humildes”.