En estas fechas de calor y sol, uno de los mejores planes que solemos hacer es ir a pasar el día en la playa. Una actividad en la que no pueden faltar las toallas, las sillas y la sombrilla, entre otros. Pero, cuando pensamos solo en disfrutar de la jornada, un factor inesperado entra en juego: la arena, que puede llegar a resultar muy molesta en verano.

Debido al viento y la posición del cuerpo, es muy frecuente que terminemos de arena hasta arriba, casi sin percatarnos. No obstante, existe una solución a este problema, tal y como explica la instagrammer conocida como Paula Dalli o @paudalli.

Una persona pasea descalza por la playa Freepik

Práctico y sencillo 

“Este es el trucazo definitivo para que no te moleste la arena en la playa. Y lo que necesitas, seguro que lo tienes en casa”, comienza explicando la creadora de contenido. “Solo te hace falta una sábana bajera, porque las gomas de sus esquinas nos ayudan a hacer un fuerte increíble contra la arena”, detalla. 

“Nosotros utilizamos mucho nuestras propias mochilas, pero también lo puedes hacer con saquitos de arena. O incluso puedes poner en cada esquina las mismas sillas que traigas a la playa. Y ya está, ¡mira lo bien que queda!”, muestra Paula Dalli

“Y te estarás preguntando: ‘Entonces, ¿cómo hago para entrar y no meter arena?’. Pues lo suyo es tener un cubito de agua fuera y enjuagarse los pies antes de entrar. Pero, para no cargar, lo hemos hecho con una botella vacía de agua que hemos rellenado en el mar. Y la verdad es que es ideal, sobre todo para que los peques no se llene de arena”, termina.”

Más trucos frente a la arena 

La arena de la playa puede ser molesta, especialmente cuando se adhiere a tu piel, ropa y pertenencias. Aquí tienes algunos trucos para minimizar estas molestias y disfrutar al máximo de tu día de playa.

Usa polvos de talco

Llevar polvos de talco o almidón de maíz puede ser muy útil. Antes de subir al coche o al llegar a casa, espolvorea un poco de polvo en las áreas donde tengas arena pegada. El talco absorbe la humedad, facilitando que la arena se desprenda de la piel.

Escoge bien tu toalla o esterilla

Utilizar toallas de microfibra o esterillas específicas para la playa puede reducir la cantidad de arena que se adhiere. Las esterillas de bambú, por ejemplo, permiten que la arena caiga a través de los espacios, manteniendo tu superficie libre de arena.

Malla o bolsas de red

Guarda tus pertenencias en bolsas de malla o red. Esto permite que la arena caiga y no se acumule en el fondo de tus bolsas. También es una buena idea sacudir bien tus objetos antes de guardarlos.

Protección para los pies

Usa chanclas o sandalias que puedas sacudir fácilmente. Evita los zapatos cerrados, ya que retienen más arena. En su lugar, usa una pequeña toalla para limpiar tus pies antes de ponerte los zapatos nuevamente.

Cuidado de la piel

Aplica una capa de protector solar en spray, ya que deja menos residuos pegajosos en comparación con las lociones. Esto ayudará a que la arena no se adhiera tanto a tu piel.

Ropa adecuada

Opta por prendas ligeras y de secado rápido. Los trajes de baño y la ropa de playa de materiales como la licra o el poliéster suelen repeler la arena mejor que el algodón. Sacudir bien la ropa antes de ponértela nuevamente también es clave.

Lleva agua en botellas reutilizables

Tener a mano agua adicional no solo es útil para mantenerte hidratado, sino también para enjuagarte rápidamente los pies y otras partes del cuerpo antes de subir al coche.

Organización y planificación

Mantén un área específica para comer y otra para relajarte. Al separar estas zonas, puedes evitar que la arena entre en contacto con tus alimentos.

Una mujer toma el sol en la playa con los pies cubiertos de arena. Freepik