Los clientes que el jueves al mediodía se encontraban haciendo la compra en un supermercado de Vitoria se vieron sorprendidos por 'dos clientes diferentes'.

El pasado 1 de febrero, sobre las once, decenas de personas estaban con sus carros recorriendo los pasillos de un supermercado de la calle Simón de Anda de Vitoria.

Todo normal hasta que en la sección de pan, tartas y chocolates de Mercadona aparecieron dos repartidores de Glovo con sus grandes mochilas amarillas a la espalda.

Iban a hacer la compra, pero claro, no para ellos porque estaban trabajando.

De hecho, fue tal la sorpresa que una mujer se les acercó a preguntarles cómo funcionaba ese servicio, desconocido para la mayoría.

Además de las clásicas hamburguesas y pizzas para cenar en casa, los vitorianos utilizan apps para otros pedidos 'diferentes' a domicilio.

Pedir comida es una moda que se extiende con fuerza en ciudades como Vitoria, sobre todos viernes y fines de semana.

Cada noche son muchos los repartidores que esperan en la puerta de restaurantes de la capital alavesa con sus motos o bicis a que salgan los pedidos de hamburguesas, patatas y pizzas para llevarlos hasta las casas,.

La comida es, sin duda, la auténtica estrella para los usuarios de apps como Glovo.

Pero cuando el repartidor llama a tu puerta, no siempre trae pizzas y hamburguesas. Cada vez más vitorianos utilizan esta aplicación para hacer otras peticiones que hasta ahora no eran tan habituales.

Y una de ellas es que se puede hacer un pedido al supermercado y recibir la compra a domicilio.