Lionel Messi arrastra masas allá donde vaya. No importa que el delantero argentino, de 36 años, ya no se encuentre en la cima de su carrera y que no esté disputando una de las grandes ligas europeas ni la Champions League. Tras su salida del Barcelona en primer lugar y del París-Saint Germain después, el considerado como mejor jugador del mundo se embarcó este verano en la aventura estadounidense y fichó por el Inter de Miami de la Major League Soccer, la liga de fútbol estadounidense, un país en el que el fútbol no es ni mucho menos el deporte rey.

En ese equipo coincide con futbolistas como los que jugó en el Barcelona y que se convirtieron en buenos amigos suyos, como son Sergio Busquets, Jordi Alba y el recién fichado Luis Suárez, además de con otros cinco jugadores argentinos (de los 30 futbolistas del equipo sólo nueve son estadounidenses), lo que facilita su adaptación tanto al club como a la popular ciudad del estado de Florida.

De allí han llegado recientemente unas imágenes que se han hecho virales por inusuales. No es habitual que alguien lleve en el coche una camiseta de la selección argentina con el nombre de Messi y su número 10 con la esperanza de coincidir un día con él y se la firme. Y que coincida coche con coche en un semáforo. Pero ha sucedido. Y aprovechando que el futbolista tenía la ventanilla abierta, su fan le lanzó la camiseta al interior del vehículo sin ninguna garantía de que se la fuera a firmar, ya que tampoco es muy habitual que las superestrellas se presten a eso en plena conducción por la ciudad.

“Por favor, Leo, sos lo más grande que hay en el mundo, Leo. Te amo, Leo, te amo”, le decía el fan, que por el acento parecía también argentino, mientras el deportista cogía la camiseta de la Albiceleste y se disponía a estampar su autógrafo en ella. “Le acabás de cumplir el sueño a mi chica, boludo, no me lo puedo creer. Te amo. No tenés ni idea de lo que acabás de hacer. ¡Gracias, Leo!”, proseguía el aficionado, hasta que Messi le retornó de vuelta la prenda de ventanilla a ventanilla, entre gritos de júbilo. Quizá para entonces el semáforo ya se había puesto en verde, porque fue entregarle la camiseta y reemprender la marcha rápidamente, pero el futbolista quiso cumplir el deseo de su seguidor, lo que ha generado muchas alabanzas hacia el detalle del jugador.