Olvídate de las arrugas: seis remedios sencillos para una piel firme

Llegada cierta edad, muchas personas empiezan a ser testigos de arrugas en determinadas zonas del cuerpo, sobre todo en la frente y cerca de los ojos. Es evidente que es un fenómeno natural relacionado con el cuerpo humano, pero hay soluciones prácticas para ralentizar este proceso y suavizar sus efectos. 

Dejando a un lado los tratamientos cosméticos y clínicos que hay en farmacias o centros especializados, hayremedios sencillos que pueden ser igual de efectivas y también más económicas. 

Cuidado con el sol 

La exposición solares un factor muy peligroso para la piel. Su radiación ultravioleta acelera el envejecimiento, debilitando propiedades como el colágeno y la elastina. Es por eso que es de gran ayuda contar con cremas adecuadas y vigilar las horas de más calor.

Del mismo modo, los solárium no son nada seguros, puesto que emiten unas radiaciones que perjudican a la estructura de la piel, deshidratándola y haciendo perder firmeza. 

Vigila el peso 

Otro punto a tener en cuenta son los cambios bruscos de peso, que afectan directamente a la piel. Como resultado de estos fenómenos, el tejido graso se comprime o se estira, rompiendo las fibras elásticas. Esto puede provocar arrugas o estrías, por lo que mantener un peso estable es fundamental. 

El ejercicio y el agua

El ejercicio físico regular, más allá de los beneficios conocidos, mejora la circulación sanguínea en la piel. Gracias a la activación de los músculos, la piel se regenera mediante nutrientes esenciales y la llegada de oxígeno. 

Asimismo, una hidratación constante, con varios litros de agua al día, mantiene la piel fresca y luminosa, depurando toxinas y regenerando propiedades propias del organismo. 

Revisa la alimentación 

Una nutrición basada en verduras, frutas y antioxidantes cuida el tejido celular, algo relacionado con el envejecimiento. Ante este problema, nada como apostar por vitaminas A, C y E, para conservar una piel firme e hidratada. Y, a poder ser evitar las grasas saturadas, ultraprocesados y el azúcar. 

Olvida el estrés 

El estrés es algo que también puede afectar a nivel físico, con síntomas más que claras: piel apagada, caída del pelo y, como no podía ser de otra manera, arrugas. Por lo tanto, recurrir a técnicas como dormir bien, respirar profundamente o meditar contribuyen a contrarrestar sus efectos. 

Hidratación y limpieza

No todas las pieles son iguales: cada una exige un cuidado concreto. Esto implica utilizar productos que incluyen productos como vitaminas, ácido hialurónico o antioxidantes. Y si elegimos los correctos dependiendo de cada época del año, podremos mantener la piel en buen estado. 

Tampoco podemos dejar de lado la limpieza del rostro: ya sea grasa, maquillaje, etc., son elementos que influyen en la regeneración de las células. 

Buscando la solución definitiva 

Al margen de lo que hemos visto, hay que recordar que los tratamientos sencillos no siempre son la solución definitiva. En estas circunstancias, lo mejor es acudir a un dermatólogo y mirar el estado de la piel, al igual que sus causas, para poner fin a esta situación. 

Un profesional puede ver los problemas que hay y recomendar tratamientos adecuados para la prevención y el diagnóstico de una piel sana.