El momento más difícil de Dusko Ivanovic en la Virtus

Pese a que la Virtus le garantizó a Dusko Ivanovic su continuidad en el club italiano la próxima temporada tras eliminar la cláusula de su contrato que vinculaba su continuidad con la consecución del título liguero, el viento no sopla precisamente a favor para el técnico montenegrino en Bolonia.

Las últimas tres derrotas consecutivas del conjunto italiano, especialmente la encajada el pasado jueves ante el Maccabi Tel Aviv, han levantado ampollas e hicieron que el exbaskonista se pronunciara duramente contra sus jugadores en sus declaraciones posteriores al encuentro.

“En la segunda parte me he llevado una negativa sorpresa por parte de algunos de mis jugadores. Han jugado como perdedores, no les importa ganar, pero a mí sí que me importa cada partido”, criticó el de Bijelo Polje.

Los medios locales, de hecho, ya hablan de una crisis interna en el club. "Ivanovic acusa, el club guarda silencio: es una crisis en la Virtus", tituló el Corriere di Bologna tras la cita. "Mal armado y aún peor remendado, el equipo parece haber perdido confianza y ánimo, padeciendo inevitablemente una situación corporativa nebulosa y con relaciones aparentemente tensas incluso con el entrenador", describe el artículo.

El puesto del montenegrino no corre de momento peligro, pero es evidente que tiene ante sí el complicado reto de reconducir el rumbo de un equipo a la deriva desde el principio de temporada con los cambios en la directiva y la destitución de Luca Banchi en diciembre.