El Baskonia seguirá sin poder presumir de tener entre sus filas un campeón del mundo con contrato en vigor en el Buesa Arena. Luis Scola y Andrés Nocioni se quedaron a las puertas de la gloria en Indianápolis en 2002 tras caer con Argentina ante Serbia, al igual que Luca Vildoza y Patricio Garino en la final perdida por los albicelestes en 2019 frente a España en Pekín. Pues bien, este domingo quien ha comprobado la cara más amarga del deporte ha sido Vanja Marinkovic, obligado a conformarse con la plata tras la derrota de Serbia por 83-77 ante Alemania en Manila (Filipinas).

El cuadro teutón se ha proclamado por primera vez campeón del mundo tras una demostración de poderío en el tercer cuarto que le puso de cara la victoria. Ello le permitió vivir casi de las rentas y colgarse el oro pese al terrible temblor de piernas en el epílogo que motivó la insuficiente reacción balcánica. Con 79-77 en el marcador, una canasta del eléctrico Schröder tras un brutal cambio de ritmo resultó vital para mantener a raya al equipo donde es internacional el escolta azulgrana.

Marinkovic hace una indicación en la final FIBA

Apoyado en su solidez defensiva, Alemania terminó subiéndose a lo más alto del podio con todo merecimiento tras dejar en la cuneta a Estados Unidos en la semifinal. El empuje de un incansable Avramovic fue, a la postre, insuficiente ante la discreta aportación de Bogdan Bogdanovic, que no apareció lo que la selección balcánica necesitaba para taladrar el rocoso muro alemán. Marko Guduric, autor de dos errores incomprensibles en la recta final, fue el otro sorprendente villano en el perdedor.

Vanja, de más a menos

Aunque sus dos estrellas tampoco estuvieron deslumbrantes, Dennis Schröder y Franz Wagner, Alemania ha certificado un éxito impensable porque no figuraba entre los grandes favoritos antes del comienzo del Mundial. Su competición doméstica, eso sí, lleva creciendo de forma imparable durante las últimas temporadas y, pese a que el Bayern Munich y el Alba Berlín suelen ser convidados de piedra en la Euroliga, es un país a tener cada vez más en cuenta.

Un partido vibrante y repleto de dinamismo hasta el descanso, al que se llegó con empate a 47, desembocó en otro mucho más pesado, trabado, feo y repleto de errores en la reanudación. En ese duelo de perfil árido, se sintió más cómodo el granítico bloque teutón, que entre otros desactivó en el perímetro 'plavi' a un Marinkovic de más a menos en la final.

El escolta de Belgrado recibió antes de tiempo en el primer cuarto la alternativa por parte de Svetislav Pesic tras el infortunio de Dobric, que sufrió un esguince en su tobillo derecho al pisar a Theis en una entrada a canasta. Rebosante de confianza y con la personalidad acreditada en muchos partidos de su segunda temporada como baskonista, anotaría todos sus puntos -en concreto 9- en esa fase inicial del duelo como consecuencia de dos tiros libres, una canasta debajo del aro, un triple y otro tiro abierto al salir de un bloqueo.

Sin embargo, a partir de ese instante Marinkovic perdió su idilio con el aro, se quedaría completamente seco y ya no pudo erigirse en una amenaza ofensiva para Serbia. Nada más volver del descanso, el azulgrana se vio obligado a cometer su tercera falta para detener un contragolpe teutón y regresó inmediatamente al banquillo. De ahí al final del encuentro, Pesic le concedió protagonismo con cuentagotas y no dispuso de la opción de brillar.

Los jugadores de Alemania festejan el oro al final FIBA

Para entonces, el partido ya había comenzado a decantarse hacia una Alemania que afrontó los minutos finales con una ventaja relativamente cómoda (69-57). Sin embargo, el partido se niveló gracias a los muchos errores del combinado de Gordon Herbert, cuyo atasco ofensivo del último cuarto estuvo a punto de jugarle una mala pasada.

En cualquier caso, Marinkovic ha vuelto a rayar a un gran nivel en otro evento internacional con Serbia, un grupo repleto de estrellas pese a sus sensibles bajas en el perímetro, sobre todo Vasilije Micic. En este Mundial, ha promediado 7,8 puntos y 1,3 rebotes en 16 minutos con algo más de un 45% en triples. Tras su participación en la final, todavía habrá que esperar algunos días para que el escolta serbio se reincorpore a la pretemporada del Baskonia. De momento, se desconoce si, por ejemplo, podrá tomar parte el viernes en la Euskal Kopa ante el Bilbao Basket.