Dicen que el buen perfume se vende en frasco pequeño. Con dos pequeñas gotas ya es suficiente. Pues bien, este Baskonia demostró que es así y que no necesita el bote entero para lograr un aroma perfecto.
La esencia de un Thompson maravilloso y su compañero Kotsar, de nuevo un titán en defensa y de lo más efectivo en ataque, sirvió no solo para reconducir el duelo ante el Granada, sino para dejarlo encarrilado con una aparición fugaz.
Así fue. Con poco más de siete minutos en pista del base ítaloamericano y del pívot estonio bastó para derribar la resistencia del conjunto nazarí. Y es que hasta la entrada en pista de ambos, el cuadro azulgrana estaba pasando serios apuros para imponer su ritmo.
Parcial de 29-11 en 7:40
Buena prueba de ello es que, hasta que esta dupla no salió a escena cuando faltaban 2:52 para el final del primer cuarto, el Baskonia perdía 12-15. Pues bien, en menos de tres minutos, en un visto y no visto, los de Peñarroya endosaron un parcial de 10-4 para terminar el primer cuarto por delante en el marcador.
La lucidez de Thompson en ataque sirvió para generar juego, aumentar el ritmo y lograr canastas fáciles, mientras que el estonio se encargó de frenar la sangría en la zona generada por Enoch. Trabajo en equipo.
Durante los más de cuatro minutos que estuvieron en el arranque del segundo cuarto así fue también. Un Thompson de dibujos animados daba asistencias de ensueño, movía al equipo como los ángeles y Kotsar se aprovechaba de esos pases celestiales del director azulgrana a la vez que ayudaba a poner un muro atrás incapaz de superar para el Granada.
Así, la tropa de Peñarroya se despegaría en el marcador hasta el 41-26, momento en el que ambos volvieron al banco. El parcial en esos 7:40 minutos había sido de escándalo. 29-11 para la escuadra gasteiztarra, que ya desde ese momento se permitió el lujo de vivir de las rentas e ir engordando su ventaja según pasaban los minutos.
+18 en el +/- en 7 minutos
Thompson y Kotsar fueron los encargados de poner el lazo al duelo. Las estadísticas así lo confirman. Y es que en esa primera mitad, con Heidegger y Enoch, el equipo no carburó de la misma manera que lo hizo con sus dos relevos en pista. Buena prueba de ello es que hasta el ecuador el base israelí y el pívot con pasaporte armenio presentaban un +/- de -1 en ambos casos, mientras que el estonio y el ítaloestadounidense se fueron hasta el +18. La diferencia fue abismal.
La pareja Thompson-Kotsar se entiende a las mil maravillas y el Baskonia funciona como un reloj con ellos en cancha. Sus números al final del partido son buena prueba de ello con 49 de valoración entre ambos, 24 para Thompson –5 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes y 4 faltas recibidas– y 25 para Kotsar –19 puntos, 6 rebotes y 3 faltas recibidas–, que acabó como MVP del partido.
