En su segunda temporada como baskonista, Alec Peters se ha convertido en uno de los referentes del equipo tanto dentro como fuera de las canchas, aunque, tras la dura lesión de rodilla que sufrió en pretemporada, el segundo capitán azulgrana solo ha podido ayudar a sus compañeros a partir de enero. Desde entonces, ha ido poco a poco recuperando su mejor versión y prueba de ello es su rendimiento en los tres últimos encuentros, con 14,3 puntos, 10,3 rebotes y 20,6 créditos de valoración de media. Sus recientes actuaciones han hecho que algunos aficionados comiencen a pedir la renovación de su contrato, que finaliza en verano. El de Illinois diserta con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre ello y otras cuestiones de candente actualidad.
Parece que Alec Peters está volviendo a ser el que era. ¿Cómo se encuentra?
-Ha sido una temporada difícil para mí en lo personal, perderme algo más de la primera mitad del curso por la lesión fue muy frustrante. Sienta bien haber podido regresar a la competición y en los últimos partidos tanto yo como el resto del equipo estamos encontrándonos cómodos y jugando mejor. Ahora estoy centrado en terminar la temporada de la manera más sólida posible, ojalá pueda volver a sentirme yo mismo en algún momento.
¿Sigue, por lo tanto, con molestias en la rodilla o ya está recuperado completamente?
-Estoy haciendo progresos, pero todavía no está perfectamente. Fue muy complicado en los primeros partidos intentar reencontrarme con mi juego y a la vez ir sanando la rodilla. En este momento está en un punto en el que a pesar de no estar al 100%, y posiblemente no lo esté hasta que pueda descansar en verano, sí que me estoy sintiendo bien. Con cada día que pasa estoy progresando y siendo capaz de hacer sobre la cancha cada vez más cosas que no había podido realizar desde antes de la lesión.
¿Fue duro todo el proceso de rehabilitación y no poder ayudar al equipo durante ese primer tramo de la temporada?
-Sí, fue difícil. Se me hizo muy largo y resultó especialmente duro tener que irme a Estados Unidos a operarme y vivir desde allí los partidos, cómo las cosas no le salían al equipo y el cambio de entrenador. No es fácil hablar por teléfono con los compañeros, que te cuenten lo frustrados que están y no poder hacer nada. Por eso ahora me alegra ver que el estado anímico del equipo ha cambiado y que todos están más contentos. Vamos a intentar acabar fuertes la temporada y hacerlo bien en el play off para cerrar el año con buena nota y olvidar así lo ocurrido en la primera mitad.
¿Confía en que terminarán entre los ocho mejores?
-Sí, estoy seguro de que lo conseguiremos. Soy consciente de que algunos de los partidos que nos quedan son contra equipos que están por encima en la tabla, pero estamos entre la espada y la pared, y la única salida que contemplamos en estos momentos es hacia delante. Tenemos que estar concentrados al máximo en los próximos encuentros y ojalá nos mantengamos calientes, al contrario de lo que sucedió contra el Valencia, cuando fallamos lanzamientos importantes en el tramo decisivo. Contamos con jugadores en la plantilla con el talento necesario para llevarnos al play off y ponerle las cosas muy difíciles a cualquier rival en las eliminatorias.
Esta temporada estamos viendo un Peters diferente, más líder. ¿La capitanía ha cambiado su rol en el Baskonia?
-No necesariamente, creo que mi rol es el mismo que el de la temporada pasada. Siempre me he sentido parte del corazón y el alma de este equipo, sin importar el título que tenga, sea capitán o no. Los compañeros me consideran alguien en quien se pueden fijar y al que pueden acudir para cualquier cosa que necesiten y eso es lo máximo a lo que yo aspiro. Podré meter mis tiros o no, hacer un partido mejor o peor, pero lo que a mí más me enorgullece al final del día es poder ser alguien en quien mis compañeros de equipo se puedan apoyar.
Muy distinta a la función que tenía en el CSKA y en el Efes, ¿no?
-Sí, ahora me he convertido en el veterano, por así decirlo. En los equipos en los que estuve anteriormente había jugadores con muchos títulos en su palmarés y una amplia experiencia, compañeros que si existiera un Hall de la Fama de la Euroliga sin duda estarían ahí. En el Baskonia tenemos jugadores jóvenes que llegan cada año, con poca experiencia en la Euroliga y ahora soy yo el veterano y el que ha ganado el torneo anteriormente. Lo que aprendí de otros líderes en el CSKA y en el Efes lo intento aplicar ahora en el Baskonia.
Su contrato termina este verano. ¿Ha hablado ya de su renovación con el club?
-No es algo en lo que esté centrado ahora mismo. Creo que es contraproducente estar pendiente de ello con la temporada en marcha, te puede descentrar de lo realmente importante, que es competir. De momento se lo dejo a mi agente y al club y veremos lo que ocurre en verano. Lo que tenga que ser, será.
¿Le gustaría seguir en el Baskonia?
-Como le digo, no es algo en lo que quiera pensar ahora, estoy centrado en el partido contra el Manresa del domingo. Estoy disfrutando de mi estancia en Vitoria y mi mujer también. Es una ciudad muy cómoda, no podemos pedir más. Han sido dos años geniales, veremos lo que ocurre en el futuro.
Este año le estamos viendo intentar cosas diferentes, jugar más en el poste... ¿Está trabajando para ser un jugador más completo?
-Siempre me he considerado un jugador con variedad de recursos. Evidentemente, lo primero en lo que se fija la gente es el lanzamiento exterior y esa siempre va a ser la prioridad número uno para mí, es mi principal arma. Sin embargo, sé que, especialmente aquí, puedo ayudar de otras maneras como jugando en el poste, subiendo el balón en transición o ejerciendo como cinco en quintetos pequeños. Tenemos grandes jugadores como Baldwin, Fontecchio, Giedraitis, Costello o Enoch, cuando está centrado, y es mi responsabilidad tapar esos vacíos en el juego que se quedan sin cubrir.
¿Cuántos triples puede llegar a practicar al día un especialista como usted?
-En mis inicios, cientos. Ahora tengo que buscar un poco más el equilibrio, jugamos muchos minutos y hay que escuchar al cuerpo. Hay que aspirar a la perfección, pero la realidad es que por mucho que practiques, el tiro nunca va a ser perfecto. Hay que mantener la puntería afinada, pero sin obsesionarse.
33 minutos contra el Valencia Basket, 31 contra el UCAM, 35 contra el San Pablo Burgos... ¿no llega agotado al final de los partidos?
-Creo que, como competidor, cuando llegas al final de un partido apretado después de un gran esfuerzo tienes que ser capaz de encontrar esa inyección de energía extra de alguna manera, más aún ahora que el público ha regresado a los pabellones. Para mí, una de las partes más difíciles de volver tras la lesión ha sido precisamente eso. Te sientes bien durante el encuentro, pero cuando llegas a los minutos finales es como estrellarse contra un muro, las piernas pesan una barbaridad. Ahora estoy siendo capaz de jugar más minutos, también ayuda tener más tiempo de descanso entre partidos. Obviamente queríamos estar en el play off de la Euroliga, pero ahora llegamos más frescos a los encuentros.
Quizá Wetzell ayude a tener una rotación más amplia. ¿Qué le ha parecido el nuevo fichaje en sus primeros entrenamientos?
-Ha estado muy bien, la verdad. Tras un viaje de 30 horas para venir desde Nueva Zelanda tiene que estar muy cansado y con un jet lag terrible, pero desde el primer día ha participado en simulaciones de cinco contra cinco. Es increíble lo rápido que es capaz de entender el sistema ofensivo y recordar dónde tiene que estar situado en cada momento. Creo que va a ser de gran ayuda y va a dotar a la plantilla de mayor profundidad.
“Posiblemente mi rodilla no esté al 100% hasta que descanse en verano, pero cada vez me siento mejor”
“La capitanía no cambia nada, siempre he intentado ser un líder y un referente para mis compañeros”
“Fue duro ver desde Estados Unidos cómo el equipo se frustraba y no le salían bien las cosas al principio”