Poco que objetar tras la exhibición dada por sus pupilos ante el Zalgiris. El único disgusto que se llevó Neven Spahija vino tras el golpe que recibió Raieste en su ceja y que le devolvió al banquillo impidiéndole rotar a su plantilla como le hubiera gustado. “No quería que nadie jugase más de 25 minutos”.

No lo pudo conseguir, ya que Fontecchio, Giedraitis y Granger actuaron algo más de 26. Sin embargo, por lo demás acabó más que satisfecho. “Ha sido un buen partido. Seguimos jugando un buen baloncesto y ha habido dos cuartos excelentes”, precisó el técnico, quien quiso destacar lo bien que movió su equipo el balón. “Hemos dado 29 asistencias”.

El preparador croata consideró que la posibilidad de poder entrenar todos juntos y no tener lesionados ha sido clave para la reacción de un equipo que ha ganado cinco de sus seis últimos partidos de Euroliga. “Nos ha dado mucho y se ve que funcionamos”. Spahija, quien ve peligroso que el equipo pueda caer en la relajación al quedarle solo una competición y pasar de jugar 12 partidos en 27 días a 9 en 46, cree que “sin lesiones podemos seguir en esta línea”.