El Obradoiro puso los pies en el suelo en el Fontes do Sar a un Baskonia que volvió a mostrar signos de debilidad tras una fantástica racha de tres victorias consecutivas y dejó escapar una importante oportunidad de consolidarse en puestos de play off de la ACB.
Los de Spahija, que partieron con el quinteto habitual de los últimos compromisos, tuvieron un mal día en cuanto a fluidez ofensiva y acierto en el lanzamiento, nada que ver con lo visto en los últimos choques, y fue su intensidad debajo de los tableros la que les permitió mantenerse en la primera mitad a la par del combinado local a base de rebotes ofensivos -siete en total en el primer cuarto- y segundas oportunidades. Los gasteiztarras no anotaron ninguno de sus cinco lanzamientos desde el perímetro en los diez minutos iniciales y tampoco tuvieron buenos porcentajes en el tiro de dos, algo que solo le sirvió al Obradoiro para terminar los primeros diez minutos con un punto de ventaja.
Las dificultades del Baskonia para anotar persistieron en el segundo parcial, Una penetración de Fontecchio y un afortunado triple contra tablero de Granger, que regresó tras perderse el duelo contra el Asvel por molestias en el pie, situaron a los gasteiztarras por delante, aunque inmediatamente respondió el Obradoiro con un punzante parcial de 12-0. Beliauskas entró en calor desde la línea de 6,75 metros con tres aciertos en sus tres primeros triples, mientras que Moncho Fernández vio una brecha en la defensa azulgrana e instó a los suyos a buscar las cosquillas a Baldwin en jugadas de bloqueo directo con Birutis cortando a canasta. Los gallegos se escapaban y a Spahija no le quedó otra que pedir tiempo muerto e intentar solucionar el problema con la entrada de Kurucs en lugar de Baldwin, recurso que funcionó bien, ya que los visitantes le volvieron a dar la vuelta al choque con un 0-9. Dos tiros libres y una canasta bajo el aro de Scrubb dejaron al Obradoiro 33-30 arriba al descanso, con todo por decidir.
SEGUNDA MITAD A TROMPICONES
El paso por vestuarios no ayudó a aclarar las ideas de los gasteiztarras, más bien todo lo contrario. El Obradoiro empezó la segunda parte mucho más activo que su rival y fue distanciándose en el marcador de un Baskonia que solo era capaz de encontrar puntos a través de Steven Enoch, obligado a permanecer en la cancha por las tres faltas de Costello. Las incisivas penetraciones de Robertson, el acierto exterior de Ellenson y la constancia de Birutis bajo los aros sirvieron a los de Moncho Fernández para amasar una ventaja de ocho puntos que forzaba a Spahija a pedir tiempo muerto. Enoch, que seguía a lo suyo en ataque, necesitaba aliados y los encontró primero en Baldwin, desaparecido hasta entonces, con dos jugadas de canasta y personal, y después en Kurucs, que se encargó de reducir distancias con un tiro de media distancia y un triple que colocaba el 55-54 en el electrónico a la entrada del cuarto definitivo.
El letón tuvo más minutos de lo habitual debido a los problemas físicos de Granger y los agujeros defensivos de Baldwin, pero el norteamericano tuvo que regresar a la cancha en el último parcial para desatascar el una vez más espeso ataque azulgrana, echándose al equipo a la espalda y anotando siete puntos consecutivos para igualar el encuentro a 63. Parecía que despertaba el Baskonia, pero el cuadro gallego no se dejó intimidar por los arreones visitantes y siguió aplicando más energía, acierto y criterio en su juego. Ese punto más de intensidad les permitió distanciarse con un triple de Beliauskas tras un rebote ofensivo mal cerrado por el Baskonia (68-63) y a partir de ese momento los alaveses perdieron la concentración. Empezaron a cometer pérdidas absurdas, a precipitarse en sus acciones y a dar demasiadas facilidades a Ellenson y a Beliauskas, que machacaron a los de Spahija durante los cinco últimos minutos a base de triples y tiros de media distancia.
Ni la bronca del técnico croata a Giedraitis en un tiempo muerto reactivó a los suyos, que pagaron sus esfuerzos de las dos últimas semanas y terminaron claudicando en cancha de un equipo inferior sobre el papel, dando de nuevo muestras de debilidad tras la fantástica racha de tres victorias consecutivas contra rivales de mayor entidad. Deberán recuperar rápido las piernas, ya que esta semana viene otro maratón con triple jornada en el Buesa.