Más de un aficionado del Baskonia se llevará las manos a la cabeza tras presenciar la pasada madrugada la prodigiosa actuación de Nik Stauskas en un partido de la Liga de Desarrollo estadounidense, donde figuran muchos jugadores de lo más apetecibles para el conjunto de Neven Spahija.

El escolta canadiense de origen lituano, que militó en el club azulgrana durante parte del ejercicio 2019-20 sin llegar a triunfar, que no se dejó sentir en ningún momento en el perímetro y fue cortado tras una lesión crónica en la rodilla desde la pretemporada, anotó la friolera de 57 puntos con los Grand Rapids Gold, el filial de los Nuggets de Denver en la Liga de Desarrollo.

Tocado por una varita mágica en el encuentro ante Wisconsin, Stauskas convirtió 11 de 15 en triples, además de capturar 6 rebotes y dar 5 asistencias. En tiros de campo consiguió 20 canastas de 29 intentos. Igual de noticioso fue que sus primeros 37 puntos los hiciese en apenas 13 minutos convirtiendo 18 canastas sin fallo.

Es decir, una auténtica hazaña para un jugador que desde que salió de Vitoria ha intentado sin éxito encontrar acomodo en la NBA. A lo sumo, ha firmado contratos de apenas diez días de duración con los Bucks y los Heat, pero no ha gozado de continuidad.

Stauskas, de 28 años, también es recordado en Vitoria por una falta incomprensible a Campazzo en un partido continental celebrado en el WiZink Center ante el Real Madrid. Con empate en el marcador y a falta de dos segundos, regaló dos tiros libres al base argentino en cancha de los merengues y a muchísimos metros del aro baskonista. Una acción que no venía a cuento y propició el asombro de sus compañeros y Dusko Ivanovic.