El idilio amoroso entre Polonara y el Baskonia llegará a su fin al terminar la temporada, según ha afirmado esta tarde el periodista turco Ugur Ozan Sulak. El italiano, que termina contrato con el conjunto gasteiztarra, habría llegado a un acuerdo con el Fenerbahce turco para jugar la próxima temporada en Estambul. El cuadro entrenado por Igor Kokoskov no ha tenido una buena campaña y ha decidido ofrecer una suma importante a Polonara, cuyo crecimiento ha sido exponencial desde su llegada a Vitoria-Gasteiz en el verano de 2019.

El cuatro baskonista, uno de los salarios más bajos de la plantilla de Dusko Ivanovic, se ha convertido en uno de los baluartes del equipo a las órdenes del montenegrino. Su excelente rendimiento durante el final de la temporada pasada, en el que logró alzar el título de la ACB, y la actual le ha servido para ganarse el reconocimiento del club. De hecho, hace unos meses que Polonara tenía sobre la mesa una oferta para renovar por dos temporadas con el cuadro gasteiztarra, con opción a jugar una más en Vitoria. Sin embargo, la propuesta no convenció al versátil interior, que se habría decantado por la opción del Fenerbahce, muy superior cuantitativamente.

Fichaje de necesidad

No extraña que el Fenerbahce haya decidido apostar fuerte por el jugador, ya que esta temporada ha tenido muchos problemas en la posición de cuatro. Danilo Barthel y Jarell Eddie, que se han turnado en el puesto de ala-pívot a lo largo de la campaña, no han terminado de convencer a la entidad. Polonara, de hecho, ha promediado más puntos (12,2), rebotes (6,6) y asistencias (1,9) por encuentro en el torneo que los dos anteriores juntos. Su llegada supondría un salto de calidad enorme para el juego interior del Fenerbahce, necesitado de refuerzos tras caer por 3-0 contra el CSKA en la primera ronda del play off y ser vapuleado hoy 111-71 por el Anadolu Efes en la final de la liga turca.

El Baskonia, por su parte, perdería a uno de los jugadores que más se ha identificado con el carácter del club en los dos últimos años y una pieza esencial para jugar con quintetos pequeños. Su cariño por la ciudad -llamó a su hija Vitoria- no ha sido suficiente para convencerle.