vitoria. Lamont Hamilton llegó hace ya dos semanas a Vitoria. Tenía ganas de ponerse en marcha, de emprender su nueva aventura. El pívot norteamericano del Laboral Kutxa asume la trascendencia del reto al que se enfrentará la próxima campaña en el equipo vitoriano, con el que ha firmado un contrato por dos temporadas. Tras su excelente rendimiento en el Bilbao Basket -al menos hasta que los graves problemas económicos de la entidad bilbaína acabaron por lastrar el nivel de su plantilla en la segunda mitad de la campaña- aterriza en un equipo de entidad en el que podrá debutar en la Euroliga. Hamilton, en todo caso, debe aportar, y mucho, desde el principio. Pero no le asusta el desafío. Más bien da la impresión de que sucede justo lo contrario.

"Estoy aquí para hacer lo que me pida el entrenador, pero también puedo ser líder", manifestó durante su presentación oficial como nuevo jugador baskonista, que tuvo lugar ayer a mediodía en el Buesa Arena. "Es un gran paso adelante en mi carrera", aseguraba el pívot estadounidense, quien tendrá la difícil misión de convertirse en referencia interior y cubrir la vacante que deja un jugador de la calidad de Maciej Lampe. "Ya hemos visto que ha sido un jugador importante en su anterior equipo. Sus números lo reflejan. Allí ha sido una referencia y aquí también tiene que ser importante", explicó el director deportivo del Baskonia, Félix Fernández. Nadie lo oculta. En un contexto económico complicado, Hamilton llega para ser relevante. Y tanto la directiva como el cuerpo técnico han depositado muchas esperanzas en lo que pueda aportar a un equipo aún justo de interiores.

Hamilton no quiso disfrazar tampoco la emoción que le produce recalar en un club de la talla del Baskonia. "Me siento muy feliz de estar aquí. Muy emocionado. Tengo ganas de que empiece la temporada ya", aseguraba el interior neoyorquino, a quien el Baskonia seguía desde muchos meses antes de que se fraguara su fichaje.

La afición azulgrana mantiene algunas dudas en torno al remozado proyecto. La necesidad obliga. Hamilton, sin embargo, rezuma fe. "Es un gran proyecto. Por ahora, todo lo que he visto me gusta mucho. El entrenador es un gran tipo y todo tiene muy buena pinta", manifestó sin ambages.

sin miedo a la euroliga La posibilidad de estrenarse en la Euroliga tampoco supone un problema para el nuevo poste del Baskonia. Afronta el desafío con hambre, consciente de que se trata de una competición de enorme nivel, de un gran escaparate. "Muy contento de jugar en la Euroliga. Sé que es una competición con un gran nivel pero no creo que eso supongo una mayor presión para mí", aseveró.

Su procedencia puede resultar en cierta medida un asunto complejo cuando arranque la temporada. Vista la rivalidad que se ha instaurado entre el club vitoriano y sus vecinos del norte, el hecho de que Hamilton haya decidido cambiar el negro por el azulgrana puede generar ciertas reticencias entre la hinchada bilbaína. El jugador americano, no obstante, mostró una extrema diplomacia cuando se le cuestionó sobre este asunto. Lejos de escupir contra el equipo que le ha permitido crecer, con una sonrisa pícara en el rostro se expresó con tono salomónico: "Es duro, una pregunta difícil. Me gustan los dos equipos", zanjó.