vitoria. La camiseta del Baskonia seguirá manchada por Caja Laboral los dos próximos años. En un contexto de grave crisis que hace tambalearse seriamente la economía de buena parte de las sociedades anónimas deportivas, el club presidido por Josean Querejeta acaba de sentar las bases para consolidar a corto-medio plazo los cimientos de su estructura. Así debería ser tras oficializarse ayer el acuerdo para que la entidad financiera vasca continúe siendo el patrocinador principal del equipo durante las dos próximas temporadas, es decir hasta el verano de 2015.

Josean Querejeta satisface de esta manera uno de los grandes objetivos que se ha había propuesto para la actual campaña con el fin de no comprometer aún más la tesorería de un club que tampoco es ajeno a los difíciles momentos en que se encuentra inmersa la sociedad. Conseguir ingresos constituye hoy en día una tarea cada vez más compleja hasta para uno de los gestores más eficaces del mundo de la canasta y el Baskonia estaba apremiado por las manecillas del reloj a la hora de renovar su vínculo con Caja Laboral, una de las mayores fuentes de financiación con que cuenta y cuyo acuerdo inicial de patrocinio suscrito en 2009 expiraba en julio de este año.

Obligado a reducir drásticamente el presupuesto a lo largo de los últimos ejercicios con la consiguiente pérdida de potencial para conformar su plantilla, esta nueva alianza permite oxigenar las debilitadas arcas del Fernando Buesa Arena. No han trascendido lógicamente los datos sobre el montante económico del pacto -sobrepasa, eso sí, el millón de euros por campaña-, pero el Baskonia se asegura, al menos, una notable inyección que posibilitará el pago de agujeros y será reinvertido en aras de mantener su nivel competitivo tanto en la ACB como la Euroliga.

Caja Laboral cogió en julio de 2009 el relevo de Taulell, el legendario sponsor con el que el conjunto vitoriano formó un matrimonio inquebrantable, consiguió sus éxitos más sonados y, en definitiva, entabló una fructífera relación durante 23 largos años. Sin embargo, la delicada situación financiera de la empresa castellonense -obligada en aquel momento a aplicar varios expedientes de regulación para su plantilla- precipitó el divorcio y activó la búsqueda de otro solvente patrocinador que ayudase a cubrir las necesidades de un club instalado en la elite continental.

Tras escrutar el mercado, sondear diferentes alternativas y recibir incluso alguna negativa a sus deseos, como la procedente de la ya desaparecida Caja Vital, el Baskonia ligó finalmente su futuro a una de las principales entidades financieras de Euskadi. La primera alianza se extendió por cuatro temporadas y, a la vista de que este plazo estaba a punto de expirar dentro de unos meses, ambas partes se habían sentado desde hacía tiempo a la mesa con el fin que las conversaciones pudiesen desembocar, como así ha sido a la postre, en la ampliación del vínculo.

Según detalló el Baskonia en su nota, Caja Laboral no sólo seguirá siendo el principal patrocinador del equipo, sino que el acuerdo también contempla su total implicación con la Fundación 5+11 mediante la realización de acciones sociales y la ejecución de actuaciones publicitarias de forma conjunta. Mientras buena parte de los asociados a la ACB malviven para hallar un sponsor sólido que proporcione estabilidad a los proyectos, la entidad alavesa puede sacar pecho en este sentido. Otra cosa distinta es que el dinero recaudado hoy en día por las arcas no sea tan suculento como el de los años más boyantes de Taulell que permitieron al inquilino del Buesa Arena firmar los años más gloriosas de su historia con varias Ligas, Copas y cuatro clasificaciones consecutivas para la Final Four como recuerdos más imborrables.