María Asurmendi (Pamplona, 04/04/1986) dice adiós al Araski tras cuatro temporadas. La considerada como la mejor jugadora de baloncesto navarra de la historia deja un legado en Vitoria que le ha convertido en la tercera máxima anotadora de la historia del club (807 puntos) y segunda máxima asistente (277). Todavía con su futuro en el aire, la base de 37 años se despide del Araski, un sitio “especial” que recordará con “cariño”.
¿Cómo está pasando estos días? ¿En qué piensa ahora mismo?
–Bien. Al final se hace público ahora, pero ya es algo que sabía desde hace tiempo. Estoy asimilando que ya se han acabado cuatro temporadas en el club y que hay que buscar otro proyecto que me ilusione. Con la calma de haber disfrutado cuatro años en Vitoria y haber finalizado una etapa.
¿Hace cuánto le comunicaron que no seguía?
–Es más el fin de una etapa. No ha habido una comunicación como tal, este año finalizaba contrato y no ha habido posibilidad de renovarlo. Me lo tomo como un fin de etapa, un fin de ciclo. Ya son cuatro temporadas y la pasada fue bastante dura a nivel colectivo e individual, entonces con el paso del tiempo se va viendo cómo van transcurriendo las temporadas. No ha habido reunión como tal.
Usted dijo que quería retirarse en el Araski. ¿Ha sido algo inesperado?
–Llevo cuatro temporadas en el club y me he involucrado al 100% en el proyecto, la plantilla, la ciudad... Es una pena y me hubiese gustado decir adiós a mi trayectoria deportiva en un sitio con un proyecto en el que me siento tan dentro. Lo he disfrutado durante cuatro años, pero el camino de deportista de elite no es fácil. Hay veces que es el club el que toma las decisiones y otras es el jugador el que quiere cambiar de aire. A veces en la vida quieres una cosa y no puede ser, y no pasa nada.
"No ha habido una comunicación como tal, este año finalizaba contrato y no ha habido posibilidad de renovarlo"
¿Cómo han sido estos cuatro años en el Araski?
–Es un balance súper positivo y enriquecedor. Ha habido momentos muy buenos y momentos muy malos, pero son cuatro años de mi carrera en una ciudad de mucho baloncesto. Me ha aportado muchísimo y estoy muy agradecida de haber podido formar parte del club.
Tercera máxima anotadora y segunda asistente, ¿qué siente al ver esas estadísticas?
–Es el resultado de un paso largo por el club. No es habitual que haya jugadoras que estén cuatro años en un club, lo normal son una o dos temporadas. Son números de ese largo recorrido, es la suma de esos ciento y pico partidos. Lo que ha sido mi paso por el Araski puede ser resumido en esas cifras, pero son solo números. Son cuatro años que han dado para mucho y los he disfrutado.
¿Qué cree que van a recordar en Vitoria aparte de esos números?
–Una vez que anuncié la despedida, recibí cantidad de mensajes y muestras de cariño. Me llena saber que la gente me ha conocido, que ha visto el carácter de María Asurmendi, el compromiso, liderazgo, pasión, ganas de luchar por este proyecto... Me han conocido y esa es la mayor satisfacción que puedo tener: que la afición de Vitoria me ha valorado y me ha transmitido su cariño.
"Me llena saber que la gente me ha conocido, que ha visto el carácter de María Asurmendi, el compromiso, liderazgo, pasión, ganas de luchar por este proyecto..."
En la carta hablaba de esos momentos y vivencias en Vitoria. ¿Destacaría alguno en concreto?
–Sí, sobre todo tengo en mente la Copa de la Reina de Salamanca en la primera temporada. Fue espectacular, no solo por el pase a semifinales, sino por toda la afición que se desplazó, la celebración, cómo lo vivimos con ellos... También muchos de los partidos de Mendi porque respira baloncesto y poder ganar delante de los tuyos era bonito.
¿Qué espacio va a ocupar el Araski es su corazón a partir de ahora?
–Es un sitio especial. Ha marcado un paso en mi trayectoria y lo recordaré con cariño.
¿Tiene decidido su futuro?
–Estoy valorando las opciones y decidiendo qué es lo que quiero hacer, básicamente porque, como habéis visto, soy una persona que se involucra en los proyectos y tiene que creer en el sitio en el que está y en lo que se hace. Dado el momento de mi carrera, no es una decisión que quiera tomar a la ligera y estoy en ese proceso de elegir qué es lo que más me apetece hacer. Esta temporada ha sido espectacular a nivel individual, el equipo ha rendido muy bien y yo me he sentido muy cómoda. Sigo con esa cuerda y esas ganas, pero aparte de jugadora de baloncesto, estoy formándome como entrenadora, sigo estudiando, etc. Aparte de jugar hay mucho más y soy muy feliz haciendo las cosas que hago.
"Es un periodo de reflexión, como todos los veranos que acabas contrato. Hay gente que lo tiene más claro y, en mi caso, me lo tomo con calma"
¿Le han llamado muchos clubes?
–Al final hay propuestas e intereses, pero yo tengo que tener claro lo que quiero y lo que no quiero, y ahora mismo tengo más claro lo que no quiero. Es un periodo de reflexión, como todos los veranos que acabas contrato. Hay gente que lo tiene más claro y, en mi caso, me lo tomo con calma. Tengo cosas en la cabeza, pero, cuando tenga algo más concreto que pueda decir, lo diré. Me despido de Araski con todo el cariño del mundo y ahora estoy en una etapa en la que tengo que decidir qué quiero hacer.
¿Mutilbasket o Ardoi pueden ser candidatos?
–Tengo que valorar todo: proyectos de fuera de mi Comunidad, proyectos en Navarra... Como jugar en casa no hay nada, es una sensación indescriptible y es verdad también que son equipos que están en categorías inferiores. Son opciones que están ahí, no tengo tomada ninguna decisión, pero jugar en casa siempre es especial.
¿Qué opinión le merecen esos dos proyectos?
–Los valoro de manera súper positiva. Ardoi ya lleva unos cuantos años con la reestructuración de la Liga F Challenge manteniéndose en la categoría y optando a los puestos de play off, así que tiene mucho mérito. Mutilva es un equipo muy nuevo que ha conseguido sacar muchas jugadoras de cantera y en un año muy complicado mantener al equipo en Liga Femenina 2. Mucho valor y admiración hacia ellos. Ellos lo saben, yo siempre les sigo y les deseo siempre lo mejor.
El año pasado se embarcó en el proyecto Play Your Best, ¿se ve como entrenadora en un futuro?
–No lo sé. Yo soy de las que prefiere tener la formación para poder ser entrenadora, pero tampoco tengo claro de que cuando finalice quiera ser entrenadora de un equipo de baloncesto. Llevo años entrenando y con el proyecto entreno jugadores y jugadoras, pero es muy diferente entrenar a un equipo que hacer el trabajo que desarrollamos en Play Your Best, que va más hacia la tecnificación. Es algo que me gusta mucho y disfruto, pero no tiene nada que ver con la dirección de un equipo. Este verano acabo el Técnico Superior en Baloncesto y es una opción más dentro de las muchas que me gustaría tener al finalizar mi trayectoria deportiva, pero no tengo claro que quiera ser entrenadora.