Tras el éxito de las dos primeras ediciones, el Centro Temático del Vino Villa-Lucía, de Laguardia, fue el anfitrión ayer sábado, en el marco de ComeCultura, de la tercera edición del Villa-Lucía Wine Fest, nueva denominación de la que en las dos primeras ediciones se llamó Spring Wine Fest y que sigue conservando la esencia de su razón de ser: convertirse en el espacio en el que los asistentes pueden disfrutar de los vinos premiados el año anterior en el Concurso de Vinos de la Fiesta de la Vendimia, aunque esa fiesta no se celebrara por razones sanitarias.

De esta manera, ayer, las carpas del Centro Temático del Vino volvieron a albergar los mejores vinos de la D.O.C. Rioja, los pintxos Km. 0 y Eusko Label, catas, música y la siempre espectacular presencia e interpretación de Juanjo Monago, como el fabulista Félix María de Samaniego. Un evento que contó con la presencia de más de 300 personas, entre las que se encontraban la dos tenientes de diputado: la diputada de Desarrollo Económico, Innovación y Reto Demográfico, Pilar García de Salazar; y la de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo y de Administración Foral, Cristina González Calvar.

Guardando todas las medidas de seguridad en cuanto al uso de mascarillas, distancia social, toma de temperatura y otras, Villa-Lucía Wine Fest dio comienzo a las 12.30 horas con la inauguración oficial por parte del fabulista Samaniego, quien dio la bienvenida a los asistentes y les narró una de sus fábulas, antes de ceder la palabra a Juan Manuel Lavín, gerente del lugar.

En nombre de su hermano, Rubén, de los padres y de él mismo, Juanma Lavín animó a los asistentes a disfrutar de una jornada casi irrepetible, ya que en el día de ayer estuvieron presentes todos los vinos premiados en el Concurso el año pasado, con los bodegueros que los crearon y con la presencia del experto catador Mikel Garaizabal, quien, en la tranquilidad de la segunda planta del edificio que alberga el Centro Temático, analizó con cuantas personas quisieron estar presentes las cualidades de los vinos.

En cuanto a la gastronomía, en la Villa-Lucía Wine Fest se ofreció, en formato pintxos y raciones en miniatura, gastronomía local con productos de cercanía, Eusko Label y Km. 0. El principal protagonista en cuanto a productos de cercanía en esta tercera edición fue el cerdo de caserío (basatxerri), un “cerdo criado en territorio alavés, pero curado en Salamanca, que es donde mejor se puede realizar ese secado de los jamones”, como contó Lavín. Miembros de la Federación Vasca de Cortadores de Jamón racionaron esos jamones curados con sello de calidad, mientras que a su lado se confeccionaban las flores de queso.

Además, los asistentes pudieron degustar una exquisita hamburguesita de cerdo de caserío, una latita de pisto casero y boquerón del Cantábrico, una estupenda minipulga de cristal con carrillera de cerdo de caserío al Rioja Alavesa con pimientos rojos asados en casa y un minicremoso de queso al revés con Fresaraba en el fondo y crumble crujiente en la corona entre más de una decena de propuestas. Asimismo, también había gastronomía en miniatura para veganos y dietas específicas.

Como en todos los eventos del proyecto ComeCultura -que consiste en un maridaje sorprendente entre la enogastronomía local y Km. 0, y la cultura, diseñado para sorprender y deleitar a todos los visitantes- no podía faltar la música. En este caso, la animación corrió a cargo del saxofonista y pianista Emilio Retortillo, el Dúo Imperial con sus voces en directo y un dj.

La responsable foral de turismo, Cristina González Calvar, contaba que “los eventos siempre animan a todo el mundo, tanto a los cercanos como a los lejanos, para poder venir y este festival de vinos siempre llama la atención porque descubres productos nuevos”.

Recordaba la diputada que “el primer evento que se pudo celebrar el año pasado, tras el confinamiento, fue precisamente la segunda edición, y en aquel momento fue como un halo de esperanza. Este año, el verano ha ido bien, mejor de lo que pensábamos, y confiamos en que se puedan mantener estos eventos en los que el sector privado ha puesto todo de su mano, incluidos los medios de prevención y seguridad. Debemos venir, se lo debemos por el mal trago que han pasado estos meses de atrás y todas las inversiones que han tenido que realizar”.

Por su parte, los más pequeños tuvieron su espacio donde divertirse mientras padres y abuelos cataban los vinos. Los jardines de VillaLucía albergaron un espacioso lugar lleno de juegos y actividades donde los chavales estuvieron atendidos y vigilados por un grupo de jóvenes monitores.

El principal protagonista en cuanto a productos de cercanía en esta tercera edición fue el cerdo de caserío (basatxerri)