- La cofradía del Señor Sant Roque de Llodio ha decidido seguir adelante con varias de sus actividades anuales, sobre todo de carácter religioso y enraizadas en las fiestas patronales del municipio, pese a que la crisis sanitaria del covid-19 ha llevado a suspenderlas por aquello de evitar actos de amplia participación. De hecho, su propia existencia está relacionada con el hecho de que el municipio eligiera a San Roque por patrón, en agradecimiento popular perpetuo, ya que se atribuyó a su milagrosa intercesión el haberse librado al valle de la peste bubónica de finales del siglo XVI.

Más de cuatro siglos después, en plena pandemia mundial, la hermandad de devotos del patrón volverá a descender la imagen del santo en procesión, desde su pequeña ermita hasta la parroquia de San Pedro de Lamuza, donde permanecerá hasta su regreso, por el mismo método, a las 11.00 horas del 30 de agosto. La bajada de San Roque tendrá lugar tras la misa de las 13.00 horas de mañana, aunque la Cofradía se reunirá en la campa de la ermita, desde las 11.30 horas, a fin de celebrar la junta anual y ordinaria de cofrades.

Otra actividad que se mantiene, de no variar la situación y aprobarse nuevas restricciones, y que traerá consigo cambios en una de las costumbres más arraigadas de esta entidad desde su fundación el 7 de noviembre de 1599: la de la comida de hermandad que reúne, cada último domingo de agosto, a alrededor de 400 cofrades bajo el pórtico de la parroquia. Y es que en la junta se estudiará llevar a cabo modificaciones en las reglas fundacionales de este tradicional, concernientes a la costumbre de compartir vajilla entre comensales y que hoy día choca de lleno con cualquier protocolo de higiene y salubridad. La que sí sigue adelante es la misa mayor en honor a San Roque, que se oficiará el 16 de agosto. Será a las 11.00 horas en la parroquia.