El fútbol es, entre otras muchas cosas, un deporte de rachas. A lo largo de su carrera, todo futbolista pasa por buenos y malos momentos que repercuten en su rendimiento deportivo y en el de su equipo, que también acusa, aunque en menor medida, el estado de gracia o de penuria de un jugador en particular. Estas dinámicas individuales, en referencia a las negativas, no deberían suponer un excesivo problema gracias a las variantes que ofrecen las amplias plantillas con las que cuentan la gran mayoría de clubes en la actualidad, pero la teoría no siempre se aplica a la práctica y muchos planteles caen en picado cuando dependen completamente de uno o dos futbolistas y estos no están a su mejor nivel.

En esa línea, al igual que le pasa al Deportivo Alavés, que sigue echando de menos al mejor Lucas Pérez -ese que, junto a Joselu, se echó al equipo a la espalda en la primera vuelta de Asier Garitano-, el Levante, rival del Glorioso este sábado (14.00 horas) en Mendizorroza, lleva dos meses acusando el terrible bajón de su capitán José Luis Morales y del ariete Roger Martí. El mejor nivel de ambos llevó al conjunto valenciano a soñar con una final de Copa -cayeron en semifinales contra el Athletic- y también a pelear por una plaza europea, pero desde principios de marzo ninguno de los dos ha conseguido rendir de forma óptima y la escuadra de Paco López, a priori con la permanencia conseguida, se ha dejado llevar hasta el extremo de perder seis de sus últimos siete partidos.

No obstante, pese a la mala dinámica por la que pasan el Comandante y el Pistolero del cuadro levantino -y teniendo en cuenta lo que sucedió en Ipurua el pasado fin de semana-, los pupilos de Javi Calleja no deben relajarse si no quieren volver a ser la aspirina de un equipo abatido, que, en este caso, buscará en el feudo gasteiztarra un triunfo para sellar definitivamente su continuidad en la máxima categoría y olvidar por completo una temporada que pudo haber pasado a su historia pero que terminará siendo una más entre las 15 que acumula en Primera División.

A principios de 2021, las cifras de Morales -recientemente renovado- y Roger, que suman diez y once goles, apuntaban a ser las mejores de sus respectivas carreras en LaLiga (12 y 13), pero desde que el torrentí marcó el tanto de la victoria (1-0) ante el Valencia el pasado 12 de marzo, la pólvora de ambos se ha humedecido. Esto, como todos los aficionados granotas esperaban, ha provocado una crisis ofensiva en el Levante, que, más allá de no sumar puntos a su casillero, solo ha logrado marcar dos dianas (De Frutos y Malsa) desde aquel derbi valenciano.

Ante el mal momento de los dos capitanes, el testigo de la faceta goleadora recayó sobre el joven delantero Dani Gómez, que dejó la cantera del Real Madrid para enrolarse en el barco levantino el pasado mercado estival. Sin embargo, pese a las diferentes oportunidades que le ha ido brindando Paco López, el madrileño tampoco ha tenido fortuna de cara a portería y su último tanto lo marcó en el choque frente al Real Valladolid del 2 de enero, lo que deja a un mediapunta (Gonzalo Melero) y un extremo (Jorge De Frutos) como los máximos goleadores del Levante, con cuatro dianas cada uno, tras Morales y Roger.

Otro futbolista al que está echando muy en falta, aunque en este caso por lesión, el conjunto granota es José Campaña. El centrocampista sevillano, fundamental en la creación de juego, se erigió en los primeros meses de campeonato como uno de los baluartes del vestuario -también de LaLiga- y sus buenas actuaciones le llevaron a ser convocado por la selección comandada por Luis Enrique. Por desgracia para los intereses del próximo rival albiazul, el organizador andaluz tuvo que parar en diciembre por unas molestias musculares y, desde entonces, no ha podido reaparecer en las convocatorias del técnico sillero.

El ariete torrentí, que suma once dianas en Liga, marcó su último tanto en el derbi frente al Valencia (1-0) del pasado mes de marzo

La lesión de Campaña

le ha generado un auténtico quebradero de cabeza a Paco López, que ha probado a varios jugadores en su puesto