A pesar de que el Deportivo Alavés está viviendo su centenario con las gradas vacías, el aliento de la afición albiazul se está haciendo notar por medio de diversos homenajes a la historia del club. Además del himno del centenario compuesto por Mikel Izal, el grupo gasteiztarra de punk-rock Delitos Menores publicó el cañero tema Mientras me queden fuerzas. El pasado domingo, el compositor alavés Tachi Salazar se sumó a la lista con un himno mucho más arraigado a la música de tradición local, un zortziko titulado Glorioso Maitea. La iniciativa ha tenido una gran acogida y su videoclip ha alcanzado en solo dos días 6.000 visitas en Youtube.

El himno, interpretado por seis coristas, entre ellos Tachi Salazar, y con el acompañamiento del txistu y el tamboril de Joseba Abad, mezcla frases en euskera y castellano con vítores inconfundibles como el "ánimo pues" y el "beti Alavés". El himno hace referencia a distintos lugares de la provincia como el Valle de Ayala, la Llanada Alavesa, Campezo, Zuia o la Rioja Alavesa, donde muchos dicen "con orgullo" que son del Alavés. "Goazen Araba, goazen Vitoria, goazen, beti Alavés", arranca la canción, que termina con un emotivo mensaje de Tachi Salazar recordando a figuras emblemáticas del alavesismo como Hilario Dorao, Alfredo Donnay, José Luis Compañón y la abuela Paca.

El videoclip, producido por Saúl Piñeiro, personifica la historia del Alavés con la figura de un niño, que nace en 1921 con la bufanda albiazul y cuyo padre retórico es Hilario Dorao, primer presidente del club. Familiares y amigos del compositor van interpretando a ese niño durante su crecimiento, viviendo momentos históricos como los ascensos a Primera División, la consecución de la Copa Federación o la final de Dortmund. Finalmente, termina soplando las velas de la tarta en su 100 cumpleaños.

Como relata Tachi Salazar, cuando compuso la canción en ningún momento pensó que llegaría a tener el alcance que ha obtenido. Todo comenzó en la semifinal de Copa del Rey de hace cuatro años entre el Alavés y el Celta: "Dando un rodeo de camino a Mendizorroza, pasé por la casa de Alfredo Donnay y me entraron ganas de hacerle un homenaje. Luego crucé la Calle Florida, donde nació Jesús Guridi, y las frases de Donnay me comenzaron a sonar a zortziko". Tras ello, "estaba en Mendizorroza y hasta los cánticos de la afición sonaban a zortziko", por lo que esa misma noche se puso a escribir la canción.

Al igual que otras tantas composiciones, el zortziko quedó guardado en un cajón hasta que Salazar sintió la necesidad de rescatarlo. "Cuando el Alavés estaba pasando por un mal momento y peligraba su permanencia en Primera con Gianni De Biasi en el banquillo, me grabé cantándola a capela y la compartí con mis amigos por Whatsapp para infundir ánimos. Gustó mucho y la fueron compartiendo hasta el punto en el que Saúl Piñeiro me contactó para usarla en un corto sobre el sentimiento alavesista", recuerda.

A partir de entonces, fue dándole forma a la composición, incluyendo melodía y más voces de cara al centenario, pero con la pandemia el proyecto se frenó. Sin embargo, cuando había tirado la toalla, le contactó el tenor del Coro Araba, Santi Martínez. "Me dijo que me había escuchado cantar en Whatsapp y que le había gustado mucho. Me animó a seguir adelante y nos pusimos manos a la obra", asegura Salazar.

La canción, sin embargo, estaba pensada para ser cantada por 36 voces, una coral entera. "Tuvimos que adaptarla para cantarla entre seis personas: Ohiana Arrieta y Marina Gutiérrez, del Coro Samaniego; Santi Martínez, Raúl Pérez de Arenaza y Ángel Alday, del Coro Araba, y yo, además del txistu y el tamboril". Eso sí, grabar en tiempos de pandemia no es precisamente sencillo, por lo que tuvieron que cantarla individualmente y juntar luego todas las voces en el estudio. "Fue muy complicado, pero a pesar de ello el resultado ha sido decente", destaca.

La idea de Tachi Salazar era presentar el himno a un hipotético concurso organizado por el club, pero al ver que no se iba a preparar nada por el estilo, decidió ofrecérselo directamente al Deportivo Alavés. "Les dije que les donaba la canción, que podían usarla sin problema para el centenario, pero para entonces ya habían contactado con Mikel Izal. Entiendo que buscaban algo más mediático", evoca. En cualquier caso, agradece el buen trato del club y asegura haber recibido una felicitación por su parte una vez publicado el videoclip.

A pesar de la negativa, el proyecto siguió adelante. "Ya no podía parar. Al igual que el himno de Delitos Menores tiene un hueco entre los jóvenes, sabía que entre los 40 y 80 años iban a valorar esta canción, lo que no esperaba es que también gustara a los jóvenes", agradece. En cualquier caso, la auténtica prueba de fuego fue la mujer de Tachi Salazar: "Ella tenía la clave, que me ha estado aguantando cuatro años. Cuando la vi emocionarse a pesar de habérmela escuchado cantar tantas veces supe que iba a gustar". Efectivamente, así ha sido, ya que en este pequeño periodo de tiempo desde que el himno vio la luz ha recibido numerosos mensajes de felicitación. "Llevo nervioso desde el domingo, no nos esperábamos ni en broma que tuviera esta repercusión, como mucho 500 personas", asegura.

Posiblemente nunca tenga el mismo alcance que el de Mikel Izal, pero ese nunca fue el objetivo de Tachi Salazar. "Es un homenaje de todos los que hemos participado. Ojalá se cante en los bares antes de los partidos o, quién sabe, en la grada. Sería un sueño que alguna vez lo pusieran en el videomarcador", asegura. Lo que no le falta al himno es sentimiento, ya que, como reza el final del videoclip, Salazar ha vivido "toda una vida alavesista", acudiendo desde pequeño a Mendizorroza de la mano de su padre, sufriendo los años de Regional y Tercera y disfrutando con las jornadas gloriosas. Una historia con la que seguro que muchos de los que escuchen el zortziko se sentirán identificados.

"Escribí el himno hace cuatro años, la noche de la semifinal de Copa entre Celta y Alavés"

"Todavía estoy nervioso, no esperábamos ni en broma que tuviera

tanta repercusión"

"Ha sido difícil publicarla con la pandemia, nos han tenido que grabar de uno en uno a los

seis coristas"

"Me han felicitado

del club, les ofrecí la canción, pero ya habían contactado con Izal"

Compositor de 'Glorioso Maitea'