- El Deportivo Alavés retomará la competición el próximo sábado visitando al Espanyol, uno de los equipos más acuciados por las necesidades clasificatorias. El cuadro barcelonés cierra la tabla con veinte puntos y necesita casi un milagro para salvarse pero su técnico, el exalbiazul Abelardo Fernández, destacó ayer que no le gusta referirse a los partidos que restan como "once finales" ya que, en su opinión, si pierden "los tres o cuatro primeros ya no habrá más finales".

Por otra parte, el preparador periquito reconoció que el parón por el coronavirus ha cambiado "la forma de ver la vida" al vestuario. "Nos ha afectado mucho", reconoció. Además, explicó que la plantilla ha tenido a lo largo de las últimas semanas de preparación "las típicas molestias" al estar tanto tiempo parados, "pero ninguna lesión importante".

En este sentido, Abelardo aseveró que los entrenamientos han sido "raros" hasta ahora, aunque se mostró "contento" del trabajo realizado por sus discípulos. "Los jugadores han venido muy bien, han hecho los deberes en casa y ahora nos falta una semana hasta volver a la competición", manifestó.

El asturiano, preguntado por el reto que supone la salvación, confesó que ya ha afrontado antes situaciones "muy difíciles" en el Sporting y en el Alavés. "Tengo un desafío muy bonito con el Espanyol. Nos quedan once partidos en los que, si nos salvamos, será un hito importante para jugadores y club", subrayó.

Por último, el técnico cree que el parón ha servido para "limpiar la mente" de los futbolistas. "Hemos venido todos con energías renovadas. No se qué hubiera pasado si hubiésemos seguido. Ahora tenemos once partidos en cinco semanas. Esto irá muy rápido y cada jornada será una guerra total", advirtió.