Vitoria - Una vez que se confirmó la continuidad en Primera División para la siguiente temporada, desde los despachos del Deportivo Alavés se comenzaron a dar pasos reales en la confección del nuevo proyecto. Y, en este sentido, sobre la mesa de Sergio Fernández y su equipo de trabajo hay tres casos concretos que son de urgente resolución para poder seguir dando pasos en un sentido u otro a la hora de armar el nuevo equipo. El director deportivo cuenta para esa plantilla con Manu García, Tomás Pina y John Guidetti, pero falta por concretar si se puede materializar la continuidad de estos tres pilares y el club quiere hacerlo cuanto antes. Los días que quedan hasta el final del curso y las vacaciones se antojan fundamentales en las negociaciones, ya que se pretende determinar con la mayor celeridad posible quiénes van a seguir en Vitoria para, en el caso de que alguno se marcha, comenzar a trabajar en las distintas alternativas posibles.

El caso que más tiempo lleva abierto es el de Manu García, con posturas claras desde hace meses y unas propuestas que no se encuentran demasiado alejadas entre sí pero sin acuerdo, de momento, pese a los acercamientos de los últimos días. El club quiere renovar al capitán, el propio jugador quiere seguir vistiendo de albiazul y tanto la dirección deportiva como Abelardo han dejado claro que se trata de una pieza fundamental dentro y fuera del césped. El problema es que a Manu no le parece suficiente la oferta presentada -hay más desacuerdo en las condiciones que en lo económico- y desde los despachos se ha negado la opción de ofrecer lo que el futbolista reclama.

Estas dos partes no se encuentran demasiado alejadas en sus posturas, pero, hasta ahora, ninguna de las partes parecía dispuesta a ceder en sus pretensiones para facilitar el acuerdo. Ni Manu García, que aspira a tener una seguridad contractual y unos emolumentos fijos que no dependan de variables, ni el club, que defiende que la oferta es suficiente, se habían movido hasta el momento de sus planteamientos iniciales.

Sin embargo, los contactos de los últimos días han logrado acercar las posturas entre el club y el capitán y la renovación de Manu García podría confirmarse la próxima semana dando continuidad a una etapa de seis temporadas con la camiseta albiazul.

En esta negociación las dos partes son libres para defender sus intereses, una cuestión que no se da en los casos de Pina y Guidetti, pues sus derechos federativos pertenecen a un tercer club en discordia con el que también hay que sentarse a negociar. El centrocampista de Ciudad Real es propiedad del Brujas y en su contrato de cesión del pasado verano se incluyó una cláusula de compra no obligatoria que ronda los cinco millones de euros. Una cantidad que ya entonces la entidad del Paseo de Cervantes tenía claro que no iba a asumir, idea en la que se mantiene a estas alturas.

El Alavés quiere hacerse en propiedad con el mediocentro que tan buen rendimiento está ofreciendo en los últimos meses, pero por un montante económico muy inferior al que es estipuló en el momento de su préstamo. A través de los representantes del futbolista, en los últimos días ya se han producido los primeros contactos con el Brujas para tratar de rebajar de manera significativa esa cantidad y la palabra del propio jugador va a tener un peso importante en su destino.

Pina tiene claro que no quiere regresar a Bélgica, donde vivió un año para olvidar en lo profesional, pero su club pretende recuperar la inversión de alrededor de tres millones de euros que realizó para su fichaje procedente del Villarreal. Se trata de una cantidad inferior a la fijada en la opción de su cesión, pero que se sigue considerando excesivamente elevada en los despachos de Mendizorroza. No en vano, el centrocampista cumplirá en breve 31 años y en los planes de futuro no se contempla realizar un desembolso importante -al que hay que añadir un sueldo también elevado- por un futbolista por el que no se va a recibir retorno monetario en el futuro. En esta tesitura, la postura de Pina resulta fundamental y desde el club se espera que pueda hacer fuerza para propiciar su salida del Brujas a un coste asumible.

Comprometer el presupuesto La tercera vía abierta parece la de más complicada resolución en el tiempo, ya que Guidetti disputará el Mundial y esa presencia en Rusia podría retrasar la operación. También en el caso del delantero sueco la idea de continuidad del club vitoriano es clara, pero buscando unas condiciones más ventajosas que las que en su día de suscribieron para su cesión en el mercado invernal.

El préstamo hasta el final de la presente campaña del punta escandinavo recoge una opción de compra no obligatoria que, según diversos parámetros, se encuentra entre los cuatro y los cinco millones de euros. En el Paseo de Cervantes se entiende que para contratar a un delantero joven -acaba de cumplir 26 años- hay que hacer un esfuerzo económico importante, pero, sabiendo que el Celta tiene claro que va a dar salida a Guidetti, pretende que el precio de venta se rebaje.

En esta tesitura de cambio de las condiciones pactadas, el club alavesista podría encontrarse con competencia en otros equipos interesados en el sueco o la renuncia del propio conjunto vigués a desprenderse de su jugador por menos dinero del previsto. La ventaja en este caso es que el Celta contrató a Guidetti libre -por ello su salario es también alto- y por eso no tiene necesidad de recuperar la inversión inicial.

Si finalmente consigue concretar la continuidad de estos tres jugadores, el Alavés daría un paso adelante muy importante en la confección de su nuevo proyecto al poder conservar tres piezas indispensables en los planes de Abelardo, que ofrecen un rendimiento garantizado. Eso sí, también agotaría una parte sustancial de los remanentes que tiene previsto gastarse en contrataciones y que la pasada campaña ascendió a unos doce millones de euros.