ACONDICIONAMiENTO. El ascenso a primera división obliga a Mendizorroza a someterse a una serie de mejoras de reforma que tiene como punto principal la sustitución del césped que ha visto el deambular del Alavés durante los últimos 18 años. Tras regalar parte del tapete hace un par de semanas, ayer entraron las máquinas sobre la hierba restante para proceder a su sustitución y relevo por una nueva que será traída desde Holanda y que esté lista para albergar los partidos de la máxima categoría a partir del fin de semana del 20-21 de agosto Foto: Alavés