La Navidad ha concluido. Los fastos en forma de comida, bebida, regalos y otros dispendios no volverán, al menos, en un año, pero su incidencia es palpable en las carteras de los alaveses. De media, cada vecino del territorio histórico ha gastado alrededor de 600 euros para asumir los retos festivos, según especifican estudios como el desarrollado por la consultora Deloitte. Esa cantidad se suma al extra que se ha llevado la crisis galopante de inflación en 2022 debido al alza de los precios de productos básicos. La actual cuesta de enero, sin duda, va a ser la más empinada de las que se recuerdan. De hecho, una familia con dos adultos y un niño a su cargo empieza 2023 pagando 5.280 euros más que hace un año en gastos esenciales (comida, hipoteca, gas y luz). Para 2023, a expensas de ver qué sucede con el IPC, ya han subido peajes, telefonía y combustibles. Un no parar.

Según valora el Ministerio de Agricultura en su Informe sobre consumo alimentario, el gasto por persona al año en productos de alimentación supera los 1.600 euros. Según datos del INE, la subida de precios en 2022 llegó a una media del 8,46% y para este 2023 se espera otro incremento que podría alcanzar hasta el 5%. Así, con una simple operación aritmética, al citado precio e alimentación habría que sumarle 136 euros por persona y año para un total de 408 euros extras al año para el núcleo familiar en el que se basa esta información.

Así no es de extrañar que acceder a un supermercado suponga para muchos el sufrimiento de comprobar que el monedero ya no da para hacer la compra básica. No en vano, las subidas de precios en productos básicos han obligado al Gobierno español a rebajar el IVA en el pan, las harinas, la leche, el queso, los huevos, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, las patatas y los cereales, que verán como el Impuesto sobre el Valor Añadido pasa del 4% al 0. Por su parte, la pasta y el aceite rebajarán el tributo hasta el 5% partiendo del tipo del 10% vigente en 2022. Los nuevos precios estarán en vigor, al menos, durante seis meses. Sin embargo, esos descensos apenas suponen unos céntimos de la cesta de la compra y no asumirán posibles subidas a partir de ahora.

Persistirá en el tiempo

Y, lo que es peor, el INE avisa de que el problema reside precisamente en el carácter de la actual crisis de inflación, que destaca, precisamente, en que el coste de los alimentos es el epígrafe que más está incidiendo sobre la inflación, especialmente en la subyacente. Según el organismo estatal de estadística, será muy difícil hacerla bajar al ser un hecho estructural guiado por la crisis derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Al respecto, hay que destacar que aquel país, entre otras cuestiones estratégicas, está considerado el granero de Europa, y la pérdida de gran parte de su producción incide sobremanera en infinidad de alimentos o en la producción de los mismos por el incremento de los precios de los piensos para la cría animal (leche, huevos, lácteos, aceite de girasol...), por ejemplo.

Energía al alza

Aparte, el avispero ucraniano ha provocado que el precio de la electricidad y del gas natural se hayan incrementado considerablemente, incidiendo en unos precios que ya estaban al alza desde finales de 2021. La media mensual de la factura de la luz se ha situado en 173 euros de media al mes, 62 más que en el año precedente, dejando una subida anual de 744 euros. El precio del gas, por su parte, ha llegado a multiplicar por cuatro el gasto de particulares y comunidades de vecinos. Hasta ahora, la estimación pasaba por consumos mensuales de gas por domicilio que podrían situarse en entre 60 y 80 euros al mes. Por lo tanto, el incremento podría situarse en, como poco, 180 euros al mes por domicilio (unos 2.160 más al año).

Las circunstancias que acompañan estas variables pueden verse afectadas por las medidas adoptadas por la Administración, que están dando un respiro a la inflación, con la caída en el coste de producción de la electricidad y la reducción en el coste del combustible. Y al menos durante los próximos seis meses, el IVA de la electricidad seguirá en el 5% del 10% habitual.

Pago de hipotecas

Las malas noticias económicas para los hogares alaveses no quedan ahí, ya que el principal pago mensual para muchas familias, como es la hipoteca, no dejará de subir hasta extremos no vistos desde hace más de una década, exprimiendo más si cabe los recursos.

En concreto, en tan sólo un año, el euríbor (que es el principal índice de referencia a la hora de contratar una hipoteca) ha pasado de -0,5% en diciembre de 2021 a 2,8% en noviembre de 2022, situación que ha originado en los bolsillos de los vecinos afectados un socavón extra de alrededor de casi 2.000 euros al año entre aquellos que tienen una hipoteca de tipo variable. Según sea esta, el pago extra podría ascender a cerca de los 5.000 euros.

En el caso de una hipoteca variable tipo de 150.000 euros a 20 años, con pagos mensuales de 636 euros, el incremento mensual podría llegar a 164 euros mensuales.

Ingresos

En contraposición, la previsión es que la renta disponible de las familias crezca un 3,5% de media, según Funcas, la fundación de las cajas de ahorro de España. La balanza queda así tremendamente descompensada. Las consecuencias de esta situación son evidentes en el dinero con el que cuentan las familias para afrontar los próximos meses. Es más, se espera que la inflación no regrese hasta términos del 2% hasta 2025.

Por eso se antojan importantes las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo español en su decreto anticrisis, con una ayuda de 200 euros al mes para quienes tengan rentas inferiores a 27.000 euros anuales, su patrimonio no exceda los 75.000 euros y no reciban Ingreso Mínimo Vital o una pensión.