La apicultura es un oficio milenario imprescindible para los ecosistemas naturales y agrarios que está en una situación límite. Según el Parlamento Europeo, el 76% de la producción de alimentos y el 84% de las especies de plantas dependen de la polinización que realizan las abejas”. Tanto la FAO como la UNESCO ya han dado la voz de alarma sobre la creciente disminución de insectos polinizadores en todo el mundo.

Por ello, el sector apícola de COAG, coordinadora estatal en la que se integra el sindicato agroganadero alavés UAGA, ha presentado al Gobierno de Pedro Sánchez 110.000 firmas para que declare la apicultura patrimonio inmaterial de la humanidad.

En su opinión, la solicitud cumple los requisitos y se manifiesta en particular en cuatro categorías: tradiciones y expresiones orales; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo, y técnicas artesanales tradicionales.

¿Qué se entiende por patrimonio cultural inmaterial? “Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas, junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales inherentes (...); un patrimonio que se transmite de generación en generación (...), que es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno”.

Advierte COAG de que es necesario un apoyo institucional urgente para evitar el abandono masivo de la actividad. “El mundo atraviesa una crisis de polinización y la apicultura está afectada por esta situación; sin un apoyo institucional se acentuaría drásticamente el abandono de la profesión y pronto se notaría la falta de colmenas para asumir la polinización de cultivos y plantas silvestres”, alerta el sector apícola.

En este contexto, explica COAG que, además, la apicultura es cada vez menos rentable a causa de los bajos precios de la miel. “El balance de las últimas campañas es realmente preocupante, con un descenso de la cosecha de miel que supera el 40% y, a pesar de ello, los precios de venta ofertados a los apicultores están por debajo del coste de producción”.