La agencia vasca del agua URA invertirá 19,4 millones de euros en el periodo 2022-2027 para prevenir inundaciones en Álava. Se trata de seis actuaciones; la más relevante, la defensa contra crecidas en el río Zadorra a su paso por la capital (9,8 millones), destaca Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Pero también se intervendrá en el casco urbano de Llodio, con la sustitución del puente Altzarrate (1,8 millones), la defensa ante inundaciones en el arroyo San Juan, también en Laudio (0,8 millones); actuaciones en los río Batán y Zapardiel (3,2 millones) en el término de Vitoria; en el río Zaia en Foronda (1,3 millones) y en el casco urbano de Llodio (5,5 millones).
A corto plazo, este mismo año, comenzará una de las dos fases de defensa de inundaciones en el Zadorra a su paso por Gasteiz que restan, cuyo proyecto está concluyendo URA. La última de las fases se acometerá casi de forma paralela, con la intención de que toda la actuación iniciada hace años en el Zadorra esté encauzada esta legislatura.
El total de las inversiones de URA en prevención de inundaciones asciende a 101 millones de euros en Euskadi, con el fin de reducir en un 40% la población vasca afectada por el riesgo de inundaciones, como los tres graves episodios ocurridos en noviembre, diciembre y enero en los tres territorios.
Y es que, en el País Vaco, 250.000 personas residen en zonas vulnerables a las inundaciones con periodo de retorno de 500 años; crecidas que, por el cambio climático, la agencia vasca de meteorología Euskalmet avanza que se repetirán cada vez con mayor frecuencia.
"Por cada euro invertido en hacer frente a las inundaciones, se evita el gasto de 1,9 euros en reparación de daños", subraya Tapia.
21 días seguidos de lluvias
Los 21 días de precipitaciones seguidas vividos a finales de 2021 y principios de 2022 en Euskadi han sido calificados de extraordinarios, no tanto por la cantidad de agua caída, como por la persistencia de las lluvias. Se legaron a alcanzar 500 litros por metro cuadrado de media, un auténtico récord de precipitación acumulada en un mes.
En el caso de Álava, los días 28 y 29 de noviembre y 9 y 10 de diciembre se inundaron los ríos Zadorra, Zaia y Baias.
Además, en 21 días, el embalse de Ullibarri registró entradas nunca vistas antes (185 hectómetros cúbicos de agua) reteniendo la mayor parte, lo que aminoró la mancha de inundación que se hubiera dado sin la función reguladora que realizan las compuertas. "Sin embalse, la misma cantidad de agua que entra, saldría, con lo que las inundaciones serían aún más graves e intensas", explica Amaia Barredo, viceconsejera de Sostenibilidad del Gobierno Vasco. "Las puertas del embalse regulan el caudal, retienen parte del agua y van soltando otra, a medida que se puede; un trabajo de pincel", indica Barredo.
A pesar de las afecciones a los cultivos y viviendas y las quejas de la población por el momento en que se decide o no abrir las puertas del pantano, Barredo sostiene que no se prevé variar la cota de desembalse, ya que "no hay nada que nos indique que tenga que cambiarse". No obstante, tranquiliza a la población, ya que "hay buenos técnicos que velan por que las afecciones sean las mínimas, pese a que la seguridad cien por cien no existe", recuerda.
En cuanto al tercer episodio de crecidas, en enero se inundó la cuenca del Zadorra después de tres jornadas de precipitaciones que oscilaron entre los 70 litros por metro cuadrado y los 139 en Otxandio, en la cabecera del río Santa Engracia.
Inundación de Abetxuko
Por su parte, el director de URA, Antonio Aiz, ha aclarado que la inundación de la calle La Presa de Abetxukose produjo los días 9 y 10 de diciembre por un problema del sistema de alcantarillado, que no fue capaz de desaguar todo el agua que entraba. Una situación que se agravó en esta misma calle el 11 de diciembre, en este caso, por el desbordamiento del Zadorra.