Abetxuko “se inundó por la altura alcanzada por el río Zadorra y no por problemas del alcantarillado”. Así se concluye en un informe al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en el que la agencia de agua de Vitoria-Gasteiz, Amvisa, determina que las inundaciones que sufrió la calle La Presa -y que obligó a la evacuación de dos bloques de edificios- se produjo a consecuencia de los 5,65 metros de altura que registró el Zadorra en la tarde del 9 de diciembre.

Según se recoge en el informe, el sistema de alcantarillado de Abetxuko finaliza en la calle La Presa, donde confluyen dos colectores de saneamiento de hormigón. Ambos se encuentran en la margen derecha del río Zadorra y discurren paralelamente al cauce. El primero de ellos procede del pueblo viejo de Abetxuko y el segundo llega de Gamarra Mayor.

Dos colectores que, a su vez, recogen y trasladan las aguas residuales, pluviales y de escorrentía de Abetxuko, la A-1, Araka y Gamarra al bombeo de las aguas residuales del propio barrio. Sin embargo, la tarde del 9 de diciembre, cuando el Zadorra superó los 5,07 metros se igualó al nivel de la calle de La Presa, lo que bloqueó el sistema de alivio del alcantarillado.

“Cuando la altura del rio Zadorra igualó la cota de la calle La Presa no era posible que el agua procedente de las partes altas de Abetxuko se aliviara” y, así, en las horas posteriores, el río entró a la calle a través del sistema de alcantarillado “consecuencia de la altura alcanzada por el río”, pero no porque existieran problemas en el sistema de desagüe del barrio.

LA VERSIÓN DE URA

Del mismo modo, el informe de Amvisa certifica que el pasado 9 de diciembre el río Zadorra no entró por la calle La Presa por el muro ejecutado para proteger el tranvía.

Una tesis que contradice la esgrimida por la Agencia vasca del agua, URA, y el Gobierno Vasco, que en una respuesta parlamentaria a EH Bildu considera que la calle La Presa de Abetxuko no estuvo bien protegida, precisamente, porque el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz “no incluyó la totalidad del murete necesario para proteger bien” tanto la mencionada calle como el tranvía.

En dicha respuesta, el departamento de Medio Ambiente considera que la “presión vecinal” imposibilitó la ejecución de dicho murete, cuya finalidad era tener libre de obstáculos el acceso al cauce. A su juicio, esta circunstancia favoreció que el río accediera a la calle, como era previsible, precisamente, por tener el paso expedito”.

A este respecto, URA y el departamento de Medio Ambiente considera que, para evitar un nuevo desbordamiento del Zadorra, “es preciso completar la actuación del murete no ejecutado, del modo que resulte adecuado”.