- Los sindicatos de la enseñanza pública vasca alzaron ayer su voz contra el plan de vuelta al colediseñado por el Departamento de Educación, tanto por su contenido como por la falta de diálogo con el sector. Steilas, LAB, CCOO y UGT calificaron ayer las medidas de protección propuestas por Educación para el comienzo de curso de "insuficientes y poco adecuadas a la realidad". Además, acusaron a la consejera, Cristina Uriarte, de haberlas decidido "de forma improvisada, sin contar con los agentes educativos y tras hacer oídos sordos a las propuestas sindicales".
Todas las centrales coincidieron en demandar al Departamento "más contratación de personal, mayor formación en materia de protección sanitaria y más medios para poder afrontar las clases con seguridad". En este sentido volvieron a exigir una reducción de la ratio de alumnos por aula y un protocolo de actuación "único, claro y consensuado para actuar en el caso de producirse contagios". El martes, Uriarte defendió que en Euskadi no existe un problema generalizado de ratio de alumnos por aula, ya que sólo han detectado 53 centros de Primaria e institutos con una proporción superior a la media, aunque dentro de la ratio máxima permitida por la ley: entre 23 y 25 estudiantes en Infantil y Primaria, y entre 25 y treinta en ESO y Bachillerato.
Los representantes de los profesores también pidieron que el Departamento "negocie" con otras instituciones la habilitación de espacios anexos, a modo de aulas en recintos urbanos, sobre todo en las ciudades donde se da la mayor masificación en los centros. Para Ana Pérez, de Steilas, las medidas anunciadas son "poco concretas a estas alturas del verano y llegan tarde, porque, a dos semanas de comenzar el curso, no se puede decir que se valorarán las cosas, cuando ya se tenía que haber hecho esa valoración, tanto de ratios como del profesorado necesario".
Desde Steilas mostraron su "enfado" porque a los sindicatos "ni se nos ha recibido ni convocado para nada y los protocolos los hemos conocido vía su página web". A su juicio, que cada centro se encargue de su plan de contingencia y decida ante un caso si cierra un aula o toda la escuela, es "una decisión que no puede quedar en manos de los equipos directivos, sino que es responsabilidad del Departamento "que no puede delegar y quitarse la responsabilidad de encima y dejarla en los centros". "Si eso ocurre queremos que a quien tome esas decisiones se le garantice que no tendrá ninguna consecuencia jurídica", añadió.
Desde CCOO, Pablo Eduardo García de Vicuña consideró que las medidas "son insuficientes y poco adecuadas a la realidad", y demuestran que Educación "ha estado en una burbuja y ahora se están dando cuenta de que la realidad de la normalidad como la que pretendían es absolutamente imposible porque están trabajando en unas claves de medias de alumnado, de ratios y de aulas igual a la de cualquier otro año". Respecto al plan de Educación de ir reforzando las plantillas en función de las necesidades, García de Vicuña considera que "es imposible que las normas con las que trabaja el Departamento se lleven luego a la práctica, porque van a tener que ir adaptando a medida que se vayan dando situaciones, cuando debe trabajar en clave de bolsa de docentes y personal de servicio complementarios para apoyo educativo o de limpieza, pero que ya estuvieran disponibles desde el comienzo del curso, no sobre la marcha y con las clases empezadas".
Para Irati Tobar, de LAB, Educación actúa de forma "improvisada y las medidas llegan tarde" porque el análisis de las ratios se tenía que haber hecho en junio. Ahora, "están hechas las adjudicaciones de todo el profesorado". Respecto al coordinador por centro encargado del plan de contingencia, en opinión de Tobar, tiene que ser "liberado de horas y estar en todo momento coordinado con Educación". Asimismo calificó de "palabras vacías" el anuncio de que se analizará aumentar las contrataciones de profesores en función de las necesidades sin bajar las ratios".
Joseba Ander Muñoz, de UGT, lamentó que los sindicatos pidieran al Departamento negociar esta vuelta a las aulas, pero "todos los pasos que se están dando son unilaterales" y el Departamento "ha hecho oídos sordos a todas las propuestas que les han hecho llegar, individuales y conjuntas" y actúa "siempre a remolque".
Paro de proferores. Los sindicatos calientan el comienzo del curso en Madrid con la convocatoria de una huelga por la falta de planes claros de actuación frente al coronavirus. CCOO, UGT, CGT y STEM justificaron esta medida de fuerza porque "la inacción" del Gobierno regional y de la Consejería de Educación frente al inicio de curso es "total" y no tiene previstas "ni las medidas adecuadas ni el imprescindible incremento de recursos", lo que "pone en peligro" a la comunidad educativa y al conjunto de la sociedad madrileña. Las fechas de la protesta de paro son el 4 de septiembre en las Escuelas Infantiles, el día 8 en Infantil y Primaria y Centros de Educación Especial, y el día 9 en los Institutos.