Vitoria - Iker Zurro es la cabeza visible del bar Morrofino, uno de los numerosos establecimientos hosteleros de la Plaza Nueva y, por tanto, un punto de incesante tránsito de clientes durante La Blanca. A unas pocas horas de echar el telón festivo, el hostelero se muestra “satisfecho” por la respuesta de la gente, a pesar de que el primer día cayese en domingo. Durante estas jornadas, la cerveza, el kalimotxo y el patxaran son los potes estrella en el céntrico establecimiento, que tras dos días de merecido descanso a partir de mañana reabrirá sus puertas el próximo lunes. “No hay tanta potencia de barra como estos días”, subraya Zurro, pero “es un mes en el que se trabaja bien”.
¿Cómo marchan las fiestas?
-Bien, balance bastante positivo. Muy parecidas a las del año pasado, y eso a pesar de no haber caído ningún día en sábado. Estamos satisfechos de momento. El tiempo está acompañando también, la gente está de buen rollo y no hemos tenido ninguna movida este año.
Después del arranque de La Blanca suelen venir días más flojos. ¿Ha sido el caso este año?
-Anteayer a mediodía -por el martes- se notó algo más flojito de gente, pero es lo habitual todos los años después del día 5. El cansancio de los dos primeros días se acumula y ese vermú es un poquito más tranquilo. Sin embargo, luego la tarde fue muy potente y ayer -por el miércoles- también fue un día muy majo con Celedón txiki y Edurne.
¿Algún secreto para aguantar tantos días de trabajo?
-(Ríe). Pues nada, al final estamos ya acostumbrados y venimos concienciados previamente. Nos vamos mentalizando tanto antes de que empiecen las fiestas que ya estamos a día 8 y a tope. Es actitud y ya está. Y en mi caso particular no salir ningún día, estar a lo que tengo que estar porque si no no funciona como es debido.
¿Cuál es la consumición estrella estos días?
-Buah... No, no se sale tampoco de madre mucho respecto a lo que es habitual: Cerveza, kalimotxo y patxaran, eso son las fiestas.
Y a partir de mañana, fin de fiestas, ¿toca descansar o cuál es el plan?
-Cerraremos como habitualmente los días 10 y 11, que este año caen en sábado y domingo, pero cerraremos igualmente. Trataremos de descansar un poquito después de las fiestas y hacer una limpieza profunda para el lunes volver a ponernos en marcha. Tenemos por delante agosto, que es un muy buen mes para nosotros. No hay tanta potencia de barra como estos días, pero sí que tenemos bastante afluencia en comedor. Así que curramos muy bien y la gente está más tranquila, en muchos casos de vacaciones. Es un mes en el que se trabaja bien.