“Euskadi tiene una gran deuda con la pelota vasca: crear un museo”
La Casa de Cultura de Llodio albergará hasta el día 20 una muestra sobre la historia de este deporte
llodio - El ondarrutarra José María Urrutia Totolo lleva la pelota vasca en las venas, no ya por su etapa de profesional de la cesta punta, que le llevó a residir durante años en la ciudad indonesia de Yakarta o recorrer frontones estadounidenses, tales como los de Las Vegas, Milford o Dania, en Florida, que también, sino porque tras su retirada y regreso a Euskadi, y por influencia de antepasado familiares que tuvieron mucho que ver con la apertura de jai alais de todo el mundo ha dedicado tres largas décadas de su vida a recopilar todo tipo de material que cayera en sus manos relacionado con el que él califica como “el deporte vasco más universal, porque si hay algo que ha extendido nuestra cultura por el mundo, ésa es la pelota”.
Sabedores de ello, los miembros del club pelotazale Herriaren de Laudio le han invitado este mes a exponer parte de su magna colección en la Casa de Cultura del parque Lamuza. No en vano, en este mismo recinto se encuentra uno de los frontones más singulares del mundo, “por sus 61 metros de longitud, y frontis, suelo y pared lateral de piedra”, subrayan desde Herriaren, orgullosos de otro de los legados que dejaron los marqueses de Urquijo en Laudio, fechado en 1890. El propio Totolo lo corrobora, impresionado, porque “es equiparable al Beti Jai de Madrid, considerado como la Capilla Sixtina de los frontones”, subraya quien ha acercado a Álava un sinfín de fotografías: cestas, palas, carteles, escritos, pelotas, óleos, tallas o libros... El objetivo: “rescatar del olvido el esplendoroso pasado de un deporte sagrado para nosotros, que ha expandido Euskadi por el mundo, pero que hoy día tiene más reconocimiento fuera que dentro de nuestras fronteras”, lamenta.
En concreto, en la exposición se pueden encontrar datos interesantes como las modalidades del juego de pelota que hay en el mundo desde hace miles de años o la influencia que ha tenido la pelota vasca en otras zonas como Canarias. “La variedad que se juega allí tuvo su origen en la reparación de una de las carabelas comandadas por Colón, cuando los marineros vascos que la tripulaban jugaban a la pelota vasca mientras esperaban para zarpar”, explica Urrutia. Asegura que todo el material “son originales, salvo raras excepciones”.
Una de ellas es el facsímil del libro más antiguo conocido sobre pelota, escrito en italiano y en el año 1555 por A. Sacino. “Encontré un original en Nueva York, pero hay muy pocos ejemplares y me pedían por él cerca de 85.000 dólares y mi bolsillo no da para tanto”, reconoce.
El que sí forma parte de su colección es un cartel de 1894 que anuncia un partido de pelota a cesta, función de beneficencia, que enfrentó en el frontón barcelonés a los zestalaris Irun, Gamborena y Navarrete contra Portal, Pasieguito y Pedrós. “Creo que es lo más antiguo original que he traído a Laudio, aunque también destacaría la zona que he dedicado al torero Luis Mazzantini, que creo da nombre al club taurino laudioarra. Puede que a mucha gente no le guste oírlo, pero entre estos dos mundos siempre ha habido mucha simpatía, y Mazzantini, apodado el loco de Elgoibar, fue el gran benefactor de la pelota vasca. Pagó de su propio bolsillo, allá por 1902, la construcción del Jai Alai de La Habana en Cuba, conocido como El palacio de los gritos”, informa. También ha tenido un recuerdo en su muestra para con el recientemente fallecido Iván Fandiño, “el pelotari torero o el torero pelotari, y de aquí a lado, de Orduña”, señala.
De igual forma, Urrutia ha reservado un hueco muy especial de su exposición a las primeras raquetistas, “que no tenistas, porque jugaban con pelota dura y en frontón”, subraya. Mujeres de los años 20 del siglo pasado, tales como Angelita Alberdi o Julita, que fueron “las pioneras a nivel mundial en lograr un contrato como deportistas” y por cuya belleza física “muchos frontones comenzaron a conocerse con el apelativo de bomboneras”, apunta.
Tampoco falta en la exposición la jugadora de pádel y embajadora de Euskadi 2011, Libe Arzanegi, entre decenas y decenas de fotografías y carteles dedicados a grandes exponentes de todas las modalidades (mano, cesta, remonte, pala...), como Indalecio Sarasqueta, Txikito de Eibar; Bernard Joseph Apestegi, Chiquito de Kambo; Guillermo Amutxastegi, El milagro de la pelota; la raquetista María Antonia Uzkudun, Txikita de Anoeta; Romano Etxaburu, Txapasta o el pelotari Dionisio Onaindia, entre tantas y tantas otras figuras. Con todo, la zona de la muestra más emotiva para su autor es la dedicada a la inauguración del frontón de Gernika, el 29 de junio de 1963. No en vano, su aita, del mismo nombre y “el primer Totolo”, fue su intendente, en tiempos de Carlos Arrasate, Egurbide I, Etxabe II, Frías, Solozabal I, Txurruka o Gisasola.
En definitiva, sólo una parte de los miles de documentos gráficos, escritos y audiovisuales que atesora en su sueño de no dejar caer en el olvido la historia de un deporte “que no sólo se escribió en Euskadi, sino también y en parte importante fuera de nuestras mugas”. Y es que Totolo echa en falta iniciativas institucionales para, de alguna forma, recopilar todo este legado y crear un museo donde poder exponer todo el material de forma permanente. “Creo que es la deuda que tiene Euskadi con la pelota vasca y, es más, yo lo pondría en Gernika, por lógica. Atraería a todas esas cientos de miles de personas que visitan nuestra tierra en busca de sus raíces”, apostilla. De momento, él seguirá con sus exposiciones itinerantes. En Laudio puede visitarse hasta el día 20, de lunes a viernes, de 18.00 a 20.00 horas y los sábados, de 11.00 a 13.30 horas. Después viajará a Gernika-Lumo, donde permanecerá a disposición del público del 26 de octubre al 20 de noviembre.
de octubre. La exposición ‘viajará’ a Gernika-Lumo, donde permanecerá a disposición del público del 26 de octubre al 20 de noviembre.