Vitoria. En esta cita anual se rememoran los límites territoriales de la capital alavesa con un paseo de los miembros de la corporación, con su alcalde, Gorka Urtaran, a la cabeza, por los mojones que delimitan Vitoria con los pueblos que la rodean.
Tras esta caminata de cerca de ocho kilómetros que pasa por 30 mojones y por localidades como Martioda, Artaza de Foronda y Legarda, los ediles finalizarán su ruta en las campas de Olárizu, donde les esperará la Banda Municipal de Txistularis.
Allí junto con los miles de vecinos de Vitoria que cumplen con la tradición podrán degustar la alubiada popular, cortesía de la asociación Boilur. La comida dará paso a multitud de propuestas festivas con la música como protagonista y en las que no faltan los gigantes y cabezudos y los deportes rurales.
Si el tiempo lo permite y las nubes que cubren la ciudad no descargan sobre las campas, la fiesta se prolongará hasta las ocho de la tarde cuando comenzará el regreso a la ciudad y no finalizará hasta pasadas las nueve con la actuación de la Banda Municipal en la Plaza de España y el toro de fuego para los más pequeños.
Este año Olárizu no sólo es protagonista por esta romería sino por la polémica abierta en torno a la retirada o no de la cruz que corona este monte reclamada por la Junta Administrativa del concejo de Mendiola por considerar que es un símbolo franquista y rechazada por el Gobierno municipal de Vitoria que niega que ese sea su origen.