vitoria - Gasteiz regresa hoy al siglo XXI tras un fin de semana medieval. Al despertar, apenas quedarán los restos del espectáculo bárbaro que anoche cerró, en Burullerías, al más estilo circense el decimosexto mercado medieval del Casco Viejo. Las espadas y cascos de los niños serán sustituidas por manuales de texto, y los malabaristas, funanbulistas y acróbatas dejarán de animar las plazas y calles de la almendra. La feria con la que Vitoria retrocede cada septiembre en el tiempo toca a su fin, aunque siempre queda el regusto del cochinillo regado con jarras de vino o de la sopa con pan.
Aitor no estuvo el sábado, pero ayer se acercó con su mujer Ana y sus hijos, Haritz y Unai. Callejearon hasta los jardines de Etxanobe, sin olvidarse del Machete, para acabar en Santa María. “Los que mejor se lo pasan son ellos”, señala en referencia a sus hijos. “Tanto en las atracciones como con las espadas”, puntualiza. “Está bien para pasar un domingo en Vitoria; buen ambiente y buen tiempo”, agrega este funcionario de camino a casa, mientras Unai se quita el casco. Y es que, una de las novedades de ayer fue precisamente el concurso de disfraces, una actividad que casi siempre obtiene el respaldo de los más pequeños de la casa.
La Edad Media da mucho de sí. En un mercado medieval se realizan recreaciones muy variadas, todas ellas propias de la época. Caben todo tipo de artes y oficios: teatro, caligrafía, pintura, tejido, tiro con arco, música, cocina, labores artesanales, etc. La música también resulta fundamental, al igual que el decorado y la vestimenta. Y si ya el escenario dispone de una muralla de verdad, parece que la atmósfera que se crea, gusta; al menos en la Vitoria del siglo XXI donde, cada edición, el público se vuelca con su Casco Medieval. No hay que olvidar que los mercados medievales fueron en su día el motor del cambio de las viejas sociedades que estaban en decadencia en Occidente desde la caída del Imperio Romano. Las ciudades ya eran en sí un gran mercado, y los mercaderes, personas de influencia. - DNA