llodio - El pasado martes (20 de junio) se cumplieron 80 años desde que, tras la caída de las líneas de defensa de los batallones de gudaris y republicanos, las tropas franquistas ocuparon el valle de Llodio. Se trata de una fecha que el barrio de Areta, del municipio de mayor población de Álava, tras la capital Vitoria, no ha podido olvidar, puesto que aquel fatídico día murieron tres niños y niñas de la misma familia (Encarnación, Josefina y Lucio Martín Carrión) y un amigo (Pedro Viana Lekanda), que se encontraban alrededor de una granada que habían encontrado unos días antes cuando ésta explotó. Un cuarto hermano, Estanislao, aunque gravemente herido, pudo sobrevivir. Se trata de unos hechos que la Comisión de fiestas del barrio, tras darse cuenta de que “son desconocidos para la mayoría, incluso entre los habitantes menos jóvenes”, se ha propuesto dar a conocer, dedicando a la memoria de aquellas víctimas el pregón del inicio de las fiestas de Santa Ana que se leerá el 21 de julio.
De hecho, todo el mundo sabe que los aviones alemanes al servicio de los franquistas destruyeron Gernika, y con el paso de los años se ha ido completando el mapa de Euskal Herria del miedo a las bombas con municipios como Durango y Otxandio y, llegados al entorno del Valle de Ayala y del Alto Nervión, dando pasos en la recogida de testimonios en localidades como Arrankudiaga, Ugao o Artziniega, cuyas calles sirvieron, precisamente, de marco para el rodaje de las escenas del bombardeo en la película Gernika de Koldo Serra. No en vano, en el propio Llodio se encuentra el único tramo alavés del cinturón de hierro de Bilbao, mientras que en las trincheras y fortines que aún perviven en el monte San Pedro de Beratza o Askuren -en la confluencia de Amurrio, Orduña, Aloria y Lezama- se llevan realizando ya dos campañas de un proyecto pionero de arqueología de la Guerra Civil y socialización del patrimonio, a manos de arqueólogos de la UPV, que espera arrojar algo de luz sobre lo que aconteció en este frente de guerra.
Bombardeo de un tren El barrio de Llodio tampoco se libró. “Los alemanes también bombardearon Areta. Dentro de sus experimentos sádicos, fue protagonista de algunos episodios relevantes, como por ejemplo el bombardeo de un tren el 22 de mayo de 1937. Los bombardeos se repitieron en otros días, provocando muertos, heridos y la destrucción de diversos edificios como casas, el puente o la propia iglesia, y quienes vivieron todo aquello tienen aún muy presente el pavor que sintieron mientras corrían hacia los refugios o intentaban encontrar protección de cualquier manera”, aseguran desde la Comisión de fiestas de Areta.
Por todo ello, el 21 de julio dedicarán el pregón de comienzo de fiestas al recuerdo de estos hechos. “Estamos contactando con quienes vivieron esos momentos tan duros, con la intención de invitarlos al pregón y recoger sus vivencias. Esperamos que ese día estén en el balcón de la Casa de Cultura algunas y algunos mayores de Areta que sufrieron ese horror, entre ellos Estanislao Martín Carrión, aquel hermano que salió con vida”, adelantan.