okondo - Han transcurrido 16 años desde que Vicente, Patxo, Jose? Luis, Tato, Satur y Bienvenido llevaron a cabo, en el caserío Isuskiza de Okondo, junto a otros vecinos del municipio más pequeño del Valle de Ayala, la recreación de una trilla como las de antaño, en un intento de rememorar los oficios de sus padres y abuelos. Una jornada de trabajo con aroma a pasado, en la que el pueblo se inundó de los olores a trigo seco, cereal y pan retenidos en la memoria de muchos, y que hoy domingo se han propuesto reeditar en memoria de este equipo de pioneros que, como este ancestral oficio, ha pasado a mejor vida.
“Va a ser inevitable recordarles y echarles de menos en esta exhibición. No les veremos ni les oiremos contar sus historias, pero sabemos que esta?n con nosotros, porque al igual que los oficios viejos, nunca se ira?n del todo. Por ellos, y por la historia de nuestro pueblo, bienvenida sea una nueva fiesta de la trilla del trigo a Okondo”, explica Kaitin Allende, una de las personas encargadas de la organización de esta cita en la que se ha involucrado medio pueblo y que, de resultar bien, no descartan constituirse en grupo etnográfico.
La jornada arrancará a las ocho de la mañana con las labores de preparación de la trilla de cara a la llegada de los bueyes, una hora después. Seguidamente, cargarán el carro con las gavillas de trigo segadas para trasladarlas a la era y tenderlas; y a eso de las 10.30 horas, mientras el sol se encarga de secar el grano, ellos se tomarán un merecido hamaiketako, mientras otros construyen una txabola de pastor.
Con tan solo media hora de descanso, incorporarán los bueyes y el trillo a la parva, de cara a separar el grano de la paja. En esta labor podrá participar el público, subiéndose al trillo para dotarle de mayor peso. Eso sí, “hará falta ticket y los menores deberán ir acompañados de un adulto, por seguridad, y pedimos que la gente (tres personas por tira) acuda vestida de baserritarra para que la estampa sea completa”, explica Allende, que quiere dar las gracias a todos los vecinos y carpinterías que se han sumado a la jornada, aportando las herramientas antiguas como la aveldadora, el cedazo o las horcas que se emplearán en la exhibición. “Las hemos arreglado y puesto mangos nuevos. La pena es que hemos tenido que salir fuera a buscar el trigo y los bueyes, porque en el pueblo ya no quedan”, apunta.
A la una del mediodía llevarán a cabo un solemne minuto de silencio por los participantes no presentes; y cuatro horas después efectuarán la recogida de la paja y el trigo, que colocarán en bolsas para el recuerdo de una jornada que pretende recordar una labor que antaño “congregaba delante del caserío a toda la familia, desde el ma?s pequen?o hasta el ma?s anciano, en un di?a de trabajo y fiesta. Todas las manos eran buenas para ayudar, y si la razo?n no llegaba por la escasa edad, sentados los ma?s pequen?os aportaban su peso. Bueyes girando, horquillas alza?ndose por encima de cuerpos sudados, mu?sica sonando y las faldas de las mozas zigzagueando entre la paja seca”, describe Ieltxu Oseguera, otro miembro de la organización.
A lo que no les ha dado tiempo es a recrear las hoyas de carbón que sí estuvieron presentes en el año 2000. Y es que las hayas trasmochas poblaron los montes de Okondo dando alimento con sus brotes de nueva madera a las hoyas que los carboneros levantaban a sus pies. “Eran los tiempos de nuestros abuelos, de aquellos hombres sencillos con la piel marcada por el trabajo al aire libre. Haci?an carbo?n en el monte, bien fuera comunal o particular, salpicado de roturas en las que creci?an el trigo, las alubias y el patatal. Con ellos llevaron muchas veces a sus hijos, a nuestros padres, a mostrarles un oficio que pronto quedari?a para el recuerdo”, sentencian.
sorteo En su lugar harán, a partir de las 18.30 horas, un sorteo con los muchos productos que les han donado los comercios y vecinos. “Tenemos desde cestillos de pimientos y tomates, pasando por conejos gigantes y secadores de pelo, hasta lotes de txakoli, y todo del pueblo”, recalcan. Para participar han elaborado boletos de cinco números por tres euros. La jornada culminará a las 20.00 horas con una sardinada. “No hemos querido organizar comida popular, porque ya hay hoy una para los jubilados con motivo de nuestras fiestas patronales”, explican.
Y es que Okondo se sumergirá hoy de lleno en sus San Bartolomés, aunque no será hasta las 13.00 horas del martes cuando se lea el pregón y se lance el txupinazo, tras el concurso de paellas de la mañana. La jornada del día 23 también contempla comida en el frontón, campeonatos de rana, brisca y bolos, cena popular, y verbena con Sua Band, así como el ya tradicional encierro infantil con toros de juguete. Los festejos culminarán el jueves 25 con actos tales como un concurso de tortilla, tren txu-txu, carrera de caracoles, concurso de disfraces, verbena con el grupo Jupiter, o el espectáculo cabaret ambulante Almacenes La Parisienne del grupo Pez Limbo, que llegará a través del XXIII Festival de teatro de humor de Araia.