vitoria - Nunca más la calle Dato disfrutará de la sobreiluminación artística que durante años derrochó su viejo alumbrado, pero tampoco vivirá en la inquietante sensación de oscuridad que supuso la sustitución de las bombillas de sodio por leds. Tras quejas y más quejas de vecinos y comerciantes, el Ayuntamiento de Vitoria ha sustituido las luces eficientes que instaló hace un año por otras con más potencia para aumentar el flujo lumínico y mejorar la visión a pie de calle de los edificios. La primera tanda, entre Postas y General Álava, se hizo en febrero. La segunda, desde ese punto hasta Renfe, acaba de concluir. Y además, en próximos meses se van a reducir las copas de los magnolios lo suficiente como para no ser un parapeto cuando se encienden las farolas.

Si Dato no hubiera estado en el centro, si no hubiera tenido ese carácter vertebral y comercial, si no fuera escenario de tantos edificios históricos y si no hubiera habido tantas críticas, puede que hoy siguieran los primeros leds. El equipo de gobierno siempre ha defendido que la impresión que tiene tanta gente de que la noche es más oscura desde que se comenzó a instalar este tipo de luminarias por toda la ciudad parte de una percepción errónea. Las lámparas convencionales perdían entre el 20 y el 50% de luz, sólo que ésta se proyectaba hacia las fachadas de los edificios, provocando un efecto reflejo que engañaba a la vista. En las de ahora, el haz cae directo sobre la acera, sin dispersarse, con más intensidad y muchos menos vatios, lo que supone menos contaminación lumínica, una drástica reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera y ahorro en la factura eléctrica.

Ahora bien, a partir de las características generales de los leds, el Ayuntamiento fue comprobando que no es lo mismo una arteria donde la separación entre edificios es de treinta metros que de diez, ni el resultado va a ser igual si se cambian los soportes a la vez que las bombillas que si se conservan las farolas antiguas y están a una altura más baja. Quedó claro cuando se llevaron a cabo las sustituciones en Dato y San Prudencio. El contraste de una calle a otra, con los mismos vatios y la misma intensidad, resultó tremendo y acrecentó todavía más la percepción de que Dato había pasado de ser el pilar de la ciudad a convertirse en la boca del lobo.

A la segunda, no obstante, parece que podría ir la vencida. Al menos en el equipo de gobierno están contentos con el resultado. Ahora cada farola de Dato cuenta con dos luminarias modelo Luxeon de 64 watios, 128 en total frente a los 110 que proyectaban hasta ahora. Y todo ello, sin que las ventajas medioambientales se hayan visto mermadas ni se haya notado un aumento significativo en la factura. “Los técnicos municipales de servicios eléctricos han verificado, tras realizar numerosas mediciones y comprobaciones a pie de calle, que los niveles de luz son buenos. De hecho, el cambio de led no sólo ha permitido mejorar los niveles de luz existentes, sino también arrojar niveles cero de contaminación lumínica y deslumbramiento y un significativo ahorro”, aplaudió el el alcalde, Gorka Urtaran.

Pero el Ayuntamiento gasteiztarra no se quedará ahí. En los próximos meses también va a abordar la reducción de las copas de los magnolios, plantados hace ya tres décadas, para terminar de responder a la preocupación de los vecinos y comerciantes. De momento, se está estudiando hasta dónde se podría cortar para mejorar todavía más la sensación de luminosidad sin causar un impacto innecesario en los árboles ni estropear la estética. “Al final conseguiremos un triple objetivo: en invierno durante las horas diurnas se mejorará la visibilidad procedente de la luz natural; en horario nocturno, la interferencia con el alumbrado público será menor; y, por último, se mejorará la visión a pie de calle de los edificios de esta vía”, matizó Urtaran. Y todo ello, mientras se prosigue con la renovación del alumbrado en otras zonas de la ciudad como dicta la filosofía Starlight a la que se ha sumado Vitoria dentro de su gran estrategia medioambiental.

Hace apenas dos semanas, la Junta de Gobierno Local aprobó la sustitución del alumbrado público en nuevos puntos de Vitoria. Concretamente, en la calle Paz, Jesús Guridi, Kutaísi, Pío XII, Canciller Ayala, Angulema, Independencia, Rioja, Isaac Albéniz, López de Larrea, Manuel Iradier, Florida, Ortiz de Zárate, Becerro de Bengoa, Plaza de los Desamparados, parque de San Martín y en varias arterias del polígono industrial de Betoño. Se trata de una inversión presupuestada en 444.178 euros, de los cuales 300.00 proceden de un programa de ayudas para la renovación de instalaciones de alumbrado exterior municipal convocadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) y al cual el Ayuntamiento de Vitoria está adherido.

Las farolas. Cada farola cuenta ahora con dos luminarias modelo Luxeon de 64 watios, lo que supone 128 watios frente a los 110 de los anteriores leds.

Los árboles. En los próximos meses, el Ayuntamiento abordará la reducción de las copas de los magnolios para mejorar la visibilidad procedente de la luz natural en las horas diurnas del invierno, evitar interferencias con el alumbrado público por las noches y mejorar la visión de los edificios históricos a pie de calle.

El alcalde de Vitoria se felicitó por los resultados de las nuevas luminarias, sometidas a mediciones y comprobaciones a pie de calle por parte de los técnicos municipales de Servicios eléctricos. El siguiente paso es reducir las copas de los magnolios.

128

Cada farola de la calle Dato cuenta ahora con dos luminarias modelo Luxeon de 64 watios, lo que supone 128 watios frente a los 110 de los primeros leds.

Más renovaciones. El equipo de gobierno municipal acaba de aprobar la sustitución del alumbrado público en nuevos puntos de Vitoria. Concretamente, en Paz, Jesús Guridi, Kutaísi, Pío XII, Canciller Ayala, Angulema, Independencia, Rioja, Isaac Albéniz, López de Larrea, Manuel Iradier, Florida, Ortiz de Zárate, Becerro de Bengoa, Plaza de los Desamparados, parque de San Martín y en varias arterias del polígono industrial de Betoño.

Reducciones. En zonas donde no hay leds se han reducido puntos de luz que, según el Ayuntamiento, lo único que aportaban era más cifras a la factura eléctrica. La intervención más llamativa sucedió hace un año y medio, cuando las farolas de dos bolas tan típicas de muchos barrios pasaron a tener solo una.