vitoria - Dicen los expertos que la vejez no es el final, sino la cúspide. Que la clavé está en saber vivirla, si la enfermedad o la familia lo permiten. Que se trata de valorar la sabiduría frente a la fuerza física, de socializar sin quebraderos de cabeza, de mantener la mente abierta en lugar de aferrarse al pasado, de seguir formando parte activa de la comunidad en vez de hundirse en el sofá con el televisor. Pero para todo eso hace falta un hogar, ese espacio del que sentirse parte, que da estabilidad y ayuda a la integración. Y no todas las personas mayores llegan a esa última etapa de la vida con el llavero de su casa en el bolsillo. Por eso, el Ayuntamiento de Vitoria creó los apartamentos tutelados, para dar cobertura a todos esos abuelos que, por diferentes circunstancias, no pudieran seguir viviendo en su domicilio habitual pero están capacitados para ser autónomos y no quieren verse anquilosados en un geriátrico.

Esa red fue creciendo y en la actualidad se compone de siete apartamentos tutelados con un total de 225 plazas: Aurora, San Antonio, Bizia, Ramiro, Beato, Olarizu y Blas de Otero. Por ahora, suficientes. Según el informe que el equipo de gobierno municipal presentará este lunes en la comisión de Servicios Sociales, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en este momento hay 192 residentes. Por tanto, quedan 33 plazas disponibles en caso de que aumentara la necesidad, circunstancia que no se descarta debido al envejecimiento progresivo de la población gasteiztarra y las dificultades socioeconómicas que atraviesan miles de familias, todavía, tras nueve años de crisis.

Ahora bien, para acceder a un apartamento tutelado hay que cumplir algunos requisitos básicos: tener entre 65 y 82 años, residir en Vitoria durante los últimos cinco ejercicios, no ser una persona en situación de dependencia, que la vivienda se encuentre en unas condiciones deficientes de habitabilidad o que haya problemas de convivencia familiar o con la comunidad, ser el único vecino del inmueble, padecer barreras arquitectónicas o no disponer de recursos suficientes para buscarse otro alojamiento.

El año pasado, de las 21 personas que solicitaron plaza, once de ellas lo hicieron por imposibilidad para acceder al mercado de alquiler, siete alegaron dificultades físicas de su casa (tamaño, accesibilidad, condiciones de habitabilidad....) y dos notificaron una limitación importante de sus recursos personales (aislamiento, soledad, falta de autonomía, desajuste psicoafectivo, problemas de convivencia...). Lo llamativo, no obstante, es que de los mayores que viven en los apartamentos tutelados un 5,14% tiene reconocido por ley algún grado de dependencia: 2,34% el 1 y 1,40% el 2. Además, según el índice de Barthel -escala que valora la capacidad funcional de una persona de acuerdo a diez actividades cotidianas-, un 30,84% de los beneficiarios presenta dependencia leve o moderada. Ahora bien, para saber por qué entonces viven en los apartamentos tutelados habrá que esperar a las explicaciones que dé el equipo de gobierno en la comisión municipal.

Lo que está claro es que quienes residen en los apartamentos tutelados de Vitoria gozan de una atención incuestionable. Cada alojamiento cuenta con una trabajadora social, responsable del centro integrante de la plantilla municipal, así como con trabajadoras familiares contratadas de forma externa. Además, se ofrecen servicios básicos de ayuda y supervisión, así como de limpieza y mantenimiento, de tutelaje y de animación sociocultural. La fotografía de grupo que aparece al final del informe da fe de que disfrutan de las salidas programadas para conocer el entorno alavés.

Las amistades forman parte intrínseca del recurso, ya que se trata de que disfruten y socialicen, aunque suele haber una rotación equilibrada de ingresos y bajas que de vez en cuando rompe piñas. La vida. En 2015, a la vez que se dieron de alta 21 personas, otras 24 dijeron adiós. La mayoría de las nuevas inquilinas, por cierto, fueron mujeres. También en el total de residentes de la red de apartamentos tutelados ese mismo ejercicio: 129 señoras frente a 85 caballeros. ¿Canas? Todas las que da haber llegado a la Edad de Oro. La media de edad de ellos es de 75,3 años. La de ellas, de 79,8.

Cartel de lleno en Aurora. Los apartamentos tutelados son de propiedad municipal y la adjudicación no confiere derecho sobre ellos. De los siete que forman la red, sólo uno, Aurora, luce ahora el cartel de lleno, con sus quince plazas ocupadas. San Antonio tiene cubiertas 20 de 22; Bizia, 20 de 24; Ramiro, 18 de 25; Blas de Otero, 30 de 35; Olárizu, 59 de 64; y Beato, 30 de 40. Para solicitar información, basta con acercarse al servicio social de base correspondiente al domicilio de la persona interesada.