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Pisos blindados

Desde que la crisis disparó los robos en las viviendas, los alaveses se han vuelto más precavidos. Nunca antes había habido tanta demanda de dobles cerraduras y alarmas

Pisos blindados

vitoria

La crisis es tiempo de oportunidad para la delincuencia. Cuestión de estadística. Y de todas las modalidades, el robo en viviendas suele dispararse como pocas cuando explota el caos económico. En España ha crecido un 70% desde la recesión, una media que también refleja la realidad de Álava. Dinero, joyas, ordenadores... Los pisos albergan objetos de valor que alientan a los rateros comunes y dan alas a quienes se integran en bandas especializadas. En numerosas ocasiones, aunque la llave haya girado hasta su tope de vueltas, les basta con disponer de una ganzúa, algo de habilidad y varios minutos para reventar la cerradura. Por eso, el temor ha crecido entre los ciudadanos. Y ese miedo ha generado una ola de precaución. En Vitoria, empresas dedicadas a la instalación de sistemas de seguridad y cerrajerías aseguran que en los últimos años ha aumentado la demanda de mecanismos disuasorios entre particulares.

Una de las peticiones más comunes, por ser la más sencilla y barata, es la colocación en la puerta de una segunda cerradura. Canuto, empresa referente en Vitoria que comenzó su andadura allá por 1884 como forja en un pequeño local del Casco Viejo, realiza cada vez más estas labores por toda la ciudad. El pasador existente en la mayoría de viviendas de Vitoria, ése que hasta hace poco se consideraba "de seguridad", ha perdido ya toda su capacidad de blindaje. El gerente de la compañía, Alfonso Crespo, aclara que "en esos casos los ladrones sólo necesitan una ganzúa para abrir la puerta, una herramienta que se vende abiertamente por Internet". En el mundo virtual existen, incluso, vídeos ilustrativos que enseñan a hacer magia en apenas unos minutos. Y los cacos no necesitan mucho más para atracar.

Cuando se perpetra un robo en una vivienda, lo normal es que "los delincuentes hayan estudiado la rutina de los residentes o que esperen al fin de semana para que el piso se vacíe". Es entonces cuando actúan y lo hacen "en cinco o diez minutos". El doble cerramiento, por tanto, no evitará al cien por cien que se produzca el robo, pero sí ofrecerá una barrera extra que podría disuadir a los ladrones en su empeño. El tiempo es su principal enemigo, porque cuanto más rato pasen tratando de forzar una puerta más aumentarán las probabilidades de ser pillados con las manos en la masa. Por ese mismo motivo, y en el caso de que accedan a la casa, resulta conveniente guardar los objetos de valor en cajas de caudales, cada vez más demandadas. "Los ladrones se verían obligados a usar radiales o cualquier otra herramienta pesada, lo que les llevaría demasiado rato, más del que suelen utilizar en sus asaltos comunes", apostilla Crespo.

El perfil del cliente de Canuto que busca reforzar la seguridad de sus viviendas es muy variado. "Quizá las personas mayores son más precavidas o tienen más miedo, pero viene gente de todo tipo, y son más los que solicitan nuestro servicio por prevenir que por haber sufrido un robo", informa el gerente. Los encargos llevan a los cerrajeros "a todas partes de la ciudad, sin notarse demasiada diferencia entre viejos y nuevos barrios", a pesar de que Lakua, Salburua y Zabalgana se han convertido en el campo de acción favorito de los ladrones. La nueva Vitoria registra más asaltos porque muchos bloques no están habitados al cien por cien. Además, en las nuevas construcciones el ascensor divide los pisos en manos y la escalera ya no la utiliza nadie, cuando en los viejos inmuebles ésta era la columna vertebral para todos los vecinos. Los testigos se diluyen y, para rematar, el eco que antes podía asomar a partir de un golpe seco al forzar la entrada de un piso ahora queda casi silenciado por la puerta cortafuegos.

Cuando la sensación de protección no se consigue con un refuerzo de la cerradura, siempre se puede dar un paso más. Electro Alavesa, empresa de seguridad con más de 25 años de experiencia, cada vez tiene más ciudadanos particulares entre sus clientes. "Hasta hace poco trabajábamos principalmente para industrias, instituciones y empresas, pero ahora los domicilios constituyen un capítulo importante de nuestros servicios", explica el director de proyectos, Jesús Mari Pérez. Jóvenes y mayores, de nuevos y viejos barrios, con o sin experiencias previas de robos... El perfil es tan variado como en Canuto. "Eso sí, cuando vienen a informarse de las opciones que ofrecemos, siempre procuramos desdramatizar la situación aunque vaya en nuestra contra", apuntilla el experto, "porque hay que ser precavido pero sin llegar a obsesionarse".

Electro Alavesa pone a disposición de sus clientes sistemas anti-intrusión de detección "que no son masificados", a diferencia de los que ofrecen ciertas grandes compañías que se anuncian a bombo y platillo en las televisiones. "Ésos el ladrón los conoce, los nuestros no", subraya Pérez, obligado a no desvelar información que ponga en peligro la efectividad de estos mecanismos. "A veces ves en la tele a personas del sector hablando de ello y no lo puedo entender, va en contra de la ética profesional y de la propia seguridad", insiste. Eso sí, no duda en dar su opinión acerca de los beneficios que ofrecen los sistemas cableados frente a los inalámbricos. "Los segundos no son igual de garantistas", asegura el experto, "porque se pueden inhibir".

Por sólo 30 euros existen mecanismos capaces de anular la señal entre el detector y la alarma invadiendo sus frecuencias y evitar que se establezca la comunicación por GSM con la central receptora. De ahí que Electro Alavesa recomiende la instalación de sistemas cableados, abiertos en su configuración, que no dependen de nadie. Cuestan más, "pero a medio plazo salen más rentables". Y aunque obligan a hacer ciertas obras en casa, "hay opciones para que las molestias sean las mínimas posibles". Otros muchos expertos abogan también por esta alternativa pero, aun así, hay quienes siguen cayendo en las redes del sistema inalámbrico. Por eso, se les aconseja que al menos el aparato pueda conectarse a un teléfono fijo o, en su defecto, incorpore un método de polling, ése que emite cada cierto tiempo una señal a la central receptora de alarmas, de forma que si ésta no recibiese señal sabría que se ha producido una manipulación no deseada.

La tecnología lucha contra la tecnología. Siempre ha sido así. Mientras se crean herramientas que facilitan la labor a los amigos de lo ajeno, a la vez los mecanismos de seguridad se sofistican. "En los últimos quince años ha habido grandes avances y los sistemas con los que trabajamos ahora no tienen nada que ver", sostiene Pérez. Una de las últimas tendencias incorporadas por Electro Alavesa es el acceso por huella digital. Inventos de película que ya llegaron al mundo real.