vitoria. "Nos esperábamos malas noticias, pero fue peor todavía". El sindicato ELA valoró ayer de esta forma tan explícita la reunión mantenida el lunes con el gabinete Lazcoz para conocer qué medidas se barajan en el Ayuntamiento para ajustar el plan contra el déficit anunciado por el Gobierno central. La plataforma mayoritaria en el Comité de Empresa del Consistorio lamenta que se baraje, entre otras cuestiones, limitar como término medio un 5% el sueldo de los funcionarios de los grupos A al D, por lo que cree que "acabarán pagando las medidas quienes menos cobran".
El alcalde, Patxi Lazcoz, ya anunció la semana pasada que el Ayuntamiento prefiere esperar a ver qué medidas se adoptan en otras instituciones. Sin embargo, desde entonces ya ha mantenido una reunión con los portavoces de los grupos y con los de los trabajadores para adelantar qué líneas se seguirán. Por el momento, no hay nada concreto, pero los sindicatos se muestran indignados "por cómo van los tiros".
La secretaria del comité, Mónica Gómez de Segura, reconoce no comprender que el Ayuntamiento se vea obligado a tomar estas medidas: "Es una tomadura de pelo". Según apunta la representante de ELA, el Consistorio baraja ahorrar este año siete millones de euros del suelo de los funcionarios, que además seguirían congelados hasta diciembre de 2011.
Las cuentas que maneja el comité de empresa es que las medidas pasarían, en las retribuciones básicas -que incluyen el sueldo base, la antigüedad o paga extra-, por realizar un recorte del 7% en el grupo A, un 5,75% en el B, un 2,5% en el D y un 0,56% en el E. Además, según las mismas fuentes, se optaría por limitar en un 20% el presupuesto del absentismo -los pagos que se realizan durante bajas y sustituciones- y, finalmente, ELA calcula que los abonos complementarios tendrían que caer en un 2,86% para llegar a las cifras barajadas.
Gómez de Segura reconoce que, desde el comité, se esperaba que el gabinete Lazcoz siguiera el modelo del Gobierno Vasco, donde la rebaja media de los funcionarios es del 2%. De ahí que ahora ELA considere que la respuesta pasa por una movilización e, incluso, una huelga.