- Las carreteras vascas han registrado en los meses estivales un 3,23% más de tráfico que en 2020 pero las muertes bajan un 40%, con seis fallecidos este julio y agosto, frente a los 10 del pasado verano, mientras que los accidentes se ha reducido también un 7,7%, en relación a los mismos meses del ejercicio anterior. La directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera, presentó ayer en Bilbao el balance de la Operación Salida-Retorno de verano en las carreteras vascas, destacando lo positivo de que “ha habido más tráfico pero menos accidentabilidad”. Ha sido el segundo año consecutivo sin la Operación Paso del Estrecho, en la cual atraviesan Euskadi alrededor de 1.850.000 vehículos con destino al norte de África, así como algunos al sur de Portugal. Debido a ello, indicó, se han producido más desplazamientos internos en la Comunidad Autónoma Vasca y hacia otras autonomías limítrofes y hacia el País Vasco francés.

En el verano en Euskadi se ha registrado más tráfico que en 2020, por lo que se ha producido una “leve recuperación del tráfico”, con un 3,23% más que el pasado año, aunque “aún no se ha recuperado el nivel de 2019”, al tiempo se está “todavía un poquito lejos” respecto a los movimientos de tráfico de 2018. De este modo, el primer balance, a falta de los datos de septiembre, confirma que en junio, julio y agosto se han producido 29.776.103 desplazamientos por las carreteras vascas, un 3’23 % más que en 2020, cuando se registraron 28.843.338, pero ligeramente inferior al registrado en 2019, con 30.411.474.

Las cifras presentadas indican también que el número de accidentes ha sido menor este verano que en las mismas fechas de 2020, pese a que ha habido más tráfico. En total se han producido 1.121 accidentes, de los que 410 han tenido lugar en Gipuzkoa, 462 en Bizkaia y 249 en Araba.

En lo que llevamos de año, en las carreteras vascas han fallecido 36 personas, de las cuales, 14 circulaban en moto, una en bicicleta, otra a pie y el resto en turismos u otros vehículos. Díaz de Corcuera aseguró que la fluidez en las vías vascas ha sido generalizada y que las retenciones se han concentrado, principalmente, en la A-8 sentido Cantabria y, por afluencia de camiones, de manera puntual, en la frontera con Francia.

Precisamente para agilizar la circulación en la A-8 sentido Cantabria, en caso de accidente, el Gobierno Vasco posicionó una grúa concertada en el tramo entre Barakaldo y el límite con Cantabria, los festivos y los fines de semana de mayor afluencia de vehículos, que realizó un total 13 rescates, de los que 10 han sido por avería y tres por accidente. La directora de Tráfico aseguró que “ha funcionado bien y que se prevé continuar con ella”.

También la Operación Salida se desarrolló con fluidez, por lo que no fue necesario recomendar el uso de la ruta alternativa por la N-1, que discurre paralela a la A-1, entre La Puebla de Arganzón y el acceso a la AP-1 de Armiñón.

Según los datos presentados, en Araba, el día más complicado fue el 4 de julio, cuando la afluencia de vehículos procedentes de La Rioja, provocó retenciones de hasta 8 kilómetros en la N-124, sentido Gasteiz, en Armiñón. En Bizkaia, el tráfico denso coincidió con las salidas locales que se efectúan cada fin de semana entre Bilbao y la zona costera de Cantabria. En Gipuzkoa, las retenciones más importantes se produjeron el 14 de julio en la frontera, en la AP-8 sentido Francia, cuando se alcanzaron los 8 kilómetros .