na psicóloga y técnica de Igualdad, una sexóloga y psicóloga clínica y una abogada y también técnica de Igualdad del sindicato de Enfermería Satse, nos exponen una mirada de lo sucedido en esta pandemia bajo un prisma femenino, mucho más pegado a la realidad cotidiana de la ciudadanía de a pie, que a los comunicados oficiales con que las instituciones sanitarias y algunos medios de comunicación nos suelen bombardear a diario.

Las tres se han puesto las gafas de género, pero con la mirada y los ojos de las mujeres, porque son ellas las que están viviendo con más dureza y crudeza la crisis sanitaria "que las está llevando a situaciones de riesgo de exclusión social", coinciden.

Reconocen que el modelo de Estado de Bienestar que tenemos de reparto del empleo, de la riqueza, de las necesidades básicas de la vida, no es justo. "La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de un pacto social con el empleo y con los cuidados; un pacto a todos los niveles: legislativo, fiscal, laboral", recalca Murgialday, de la consultoría Murgibe.

Censuran la falta de reconocimiento del Tercer Sector, el que ha realizado los trabajos esenciales durante la pandemia, "no goza del reconocimiento por parte de las Administraciones que, además, no son generosas en mantener a flote a las instituciones que trabajan en el sector", explica Amaia Porres, de Lagun Artean.

Un reconocimiento de las Administraciones que también demanda la Enfermería, "que sigue al pie del cañón ofreciendo cariño y cuidados a los pacientes de covid, con una carga emocional que les está costando su salud", añade Nuria Rivada, abogada y técnica de Igualdad de Satse.

Sostienen que no se está aprendiendo nada de la crisis actual, "porque la economía sigue preocupándose más del mercado formal, cuando se dedica más tiempo a los trabajos sumergidos, que son más ocupados por mujeres, auténticas apuntaladoras de la economía". Este es el debate que sale con fuerza en la pandemia.