Justo el mismo día en que se hacía público una investigación que apunta a que la covid-19 ha arrebatado una media de 16 años de vida a cada uno de los fallecidos se conocía que laesperanza de vida entre las mujeres vascas es superior a la de los hombres.

En concreto, seis años más: 86,4 frente a 80,8. También es cierto que llevan una vida más saludable que ellos y que durante estos últimos tiempos, ellas han reducido las llamadas conductas de riesgo (tabaco y alcohol, principalmente).

Lo único que se echa en falta en ese modus vivendi femenino es una mayor práctica de ejercicio. De hecho, esa es la asignatura pendiente entre buena parte de las mujeres vascas. La adquisición de hábitos deportivos y sobre todo su mantenimiento a lo largo de la vida han sido un obstáculo insalvable para muchas generaciones.

Y eso que, según queda reflejado en el documento Panorama de la salud 2021 -elaborado por el Eustat- cada vez son más las personas que realizan una actividad física saludable: el 80% de los hombres y el 74% de las mujeres. Y aunque la proporción de mujeres que realiza actividad física ha aumentado, "todavía es inferior a la de los hombres en todos los grupos de edad", apuntan desde el Instituto Vasco de Estadística.

En el lado contrario de la balanza, que las mujeres están doblegando la curva del tabaquismo (un 25% entre 2013 y 2018) y reduciendo el consumo de alcohol, un hábito perjudicial para la salud que sigue siendo prevalente entre los hombres.

DOLENCIAS

Pero no todas las conclusiones de las estadísticas ofrecen una evolución agradable. Es el caso, por ejemplo, de las enfermedades y afecciones que afectan en mayor medida a las mujeres. A la hora de medir la calidad de vida en relación a la salud, el dolor o malestar es la dimensión en la que mujeres (33%) y hombres (24%) declaran algún problema con mayor frecuencia.

Le siguen la ansiedad y la depresión, los problemas de movilidad y la dificultad para realizar actividades cotidianas. "Los síntomas de depresión o ansiedad -que han descendido respecto a periodos anteriores- son más frecuentes en las mujeres (17%) que en los hombres (9%) y se acentúan con la vejez.

Las enfermedades crónicas afectan también más a las mujeres (46%) que a los hombres (42%), ilustra el informe publicado por el Eustat. Las personas mayores tienen mayor riesgo de padecerlas. De hecho, el 93% del colectivo de 75 y más años sufre alguna de ellas.

La limitación crónica para la realización de actividades que son normales en personas con buena salud es más frecuente en las mujeres (11%) que en los hombres (9%), y aumenta significativamente con la edad hasta el punto de afectar a casi una de cada tres personas de 75 y más años.