Desde que comenzó la precampaña para las elecciones vascas del 21 de abril, Imanol Pradales se ha presentado como dique de contención frente a quienes plantean soluciones que en apariencia son sencillas, pero que en realidad no lo son o tienen una cara B no tan popular. Unas soluciones que requieren movilizar una cantidad ingente de recursos públicos sin que nadie termine de aclarar de dónde saldrá ese dinero, porque esos recursos se tienen que obtener con la recaudación de impuestos, que tendría que aumentar. En ese contexto ha llegado la propuesta de EH Bildu en materia de vivienda, que cuestiona la deducción fiscal por la compra de un piso con el argumento de que supone impulsar la cultura de la propiedad y dejar de recaudar 312 millones en impuestos. La propuesta ha servido de enganche al candidato al PNV para dejar caer que, como se temía, algunos partidos pretenden que su programa lo paguen los vascos. Y no ya los vascos acomodados o las grandes fortunas, sino las clases medias que se apoyan en esa deducción para afrontar la carga de la hipoteca, y que Pradales luchará para mantener “con uñas y dientes”.

En un mitin celebrado este domingo en Arrasate, el candidato jeltzale a lehendakari recurrió a una anécdota personal, a una conversación que mantuvo en un centro comercial de Barakaldo con una pareja joven con dos hijas. Le preguntaron “cuánto nos cuesta ese discurso de que todo sea público y solo público que está ahora de moda por parte de algunos”, y si en Euskadi hay “dinero para todo eso”. Pradales cree que dieron “en la diana” porque esos partidos no responden a la pregunta. “Es muy fácil decir que los recursos de la administración son infinitos. Que la solución pasa por que el Gobierno lo controle absolutamente todo y pague por todo… ¿De dónde vamos a sacar el dinero? ¿Quién y cómo vamos a pagar la ronda? ¡Cuidado! Porque estos son como aquel que invita a la ronda pero, a la hora de pagar, si te he visto no me acuerdo. Y la ronda la acabamos pagando a escote entre todos. Lo que nunca explican es que su modelo nos quiere meter a todos la mano en la cartera. Que quieren meterle la mano en la cartera a la clase media de este país, a quienes levantan la persiana de sus comercios, los bares y los talleres; a familias jóvenes que tienen unos sueldos normales y tienen que hacer malabares todos los meses”, alertó.

Pradales no aludió de manera expresa a EH Bildu, pero se refería a su cuestionamiento de la desgravación por compra de vivienda habitual. Esta es una medida impopular para las 330.000 personas que se acogen a ella actualmente, y que a su vez representan una cuota muy importante de votantes. Esta discusión va camino de convertirse en uno de los argumentos de la próxima campaña. La vivienda es uno de los debates estratégicos y, hasta la fecha, EH Bildu había tratado de arrinconar al PNV por su recurso contra la ley estatal por invasión de competencias y su rechazo a la ley vasca que se aprobó en 2015.

Pradales había reivindicado el parque vasco de vivienda y las actuaciones llevadas a cabo desde Euskadi, pero el PSE había levantado la mano para arrogarse el mérito desde la consejería de Vivienda. Pradales ha comenzado a darle la vuelta al tablero poniendo sobre la mesa propuestas de su puño y letra, como una línea pública de avales para financiar el 20% de las hipotecas, para cubrir el porcentaje que no cubren los bancos, que solo financian el 80% del precio; y ampliar el límite de renta establecido para acceder a una vivienda pública o protegida. La propuesta de EH Bildu, que para el PNV es un patinazo en toda regla, ha hecho el resto. La competencia fiscal es de las Juntas Generales, no del Parlamento, pero este debate pone a todos los partidos ante el espejo y, a su vez, genera la duda de si unas nuevas mayorías en el Parlamento podrían impulsar debates para armonizar desde allí la fiscalidad. Desde EH Bildu, en privado, antes de que estallara esta última controversia, negaban la mayor asegurando que no demonizan la iniciativa privada ni pretenden que sea todo 100% público.

Apoyar la compra y el alquiler para decidir libremente

“Yo defiendo que las personas decidamos libremente si optamos por la vivienda en alquiler o en propiedad. Y creo que debemos promover ayudas para cualquiera de esas opciones”, dijo Pradales, en lo que parecía una alusión velada al argumentario de la propuesta de EH Bildu, que cree que la deducción por vivienda, que solo tiene la comunidad autónoma, fomenta la cultura de la propiedad. “Vamos a defender con uñas y dientes la deducción fiscal por compra de vivienda habitual, porque hay miles de vascas y vascos que tienen una hipoteca a la que hacer frente. Más de 330.000 vascas y vascos a quienes les quieren meter la mano en la cartera en su declaración de la renta. ¡Pero no lo vamos a permitir! Palabra de Imanol Pradales”, prometió.

El TAV, mientras otros "boicoteaban las obras"

Pradales reivindicó también al PNV como un partido que cree en la colaboración público-privada y que no quiere confundir el liderazgo público con una iniciativa 100% pública. Y aclaró que el PNV sí ha impulsado la “inversión pública para modernizar Euskadi”, por ejemplo, desde sus infraestructuras, con proyectos como el Tren de Alta Velocidad, mientras “otros ponían obstáculos y boicoteaban las obras”. Reivindicó otros proyectos más recientes, como la construcción del túnel de Kanpazar.

“Quienes no quieren contrastar modelos no quieren hablar de su pasado, como si su recorrido comenzara hoy. Como si no hubieran existido hasta ahora. Eso nos quieren hacer creer. Nosotros no tenemos problemas para hablar de nuestro pasado. Estamos orgullosos porque hemos ayudado a modernizar Euskadi, porque hemos contribuido a recuperar nuestras instituciones y a desarrollarlas: Osakidetza, EITB, Ertzaintza, RGI, política industrial propia, sistema educativo vasco… Ahí hemos estado siempre”, puso en valor.

Cooperativas

Pradales reveló también entre líneas que el grupo del PNV en el Congreso está trabajando para que se reconozca la singularidad de las cooperativas vascas en el sistema de cotización de la Seguridad Social, para “salvaguardar el sistema de previsión vasco y las pensiones de las vascas y los vascos”.