La confluencia de dos factores como la elevada abstención y una sobreexposición artificial alimentada desde Madrid provocaron ayer una tormenta perfecta que no vaticinaron las encuestas y que tuvo como resultado un crecimiento inapelable de EH Bildu: resultó primera fuerza en el Ayuntamiento de Gasteiz y en las Juntas de Gipuzkoa, y quedó en segundo lugar en el Consistorio de Donostia, un concejal por debajo del PNV -8 frente a 9-. Unos resultados que pueden tener un trasfondo agridulce merced a lo que puedan deparar los pactos postelectorales, gracias sobre todo al acuerdo de estabilidad de PNV y PSE. Al mismo tiempo, la coalición mantuvo su músculo a nivel municipal en los tres territorios de la CAV, conservando decenas de plazas y sumando otras, aunque sin un aumento espectacular de votos.
La celebración de la noche electoral de EH Bildu en Tabakalera, Donostia, estuvo jalonada por gritos de “independentzia” y el ondear de iñurriñas, y el coordinador general de la formación Arnaldo Otegi, habló a las claras de un cambio de ciclo. “Hemos inaugurado un nuevo ciclo político en Euskal Herria y estamos preparados para gobernar este país”, aseguró, y culminó afirmando “mañana, al tajo, hasta lograr la república vasca”. Antes, destacó que “hemos subido en todos los pueblos en los que hemos gobernado, nosotros hacemos gestión popular”.
Otegi recordó sus palabras del inicio de la campaña, cuando vaticinó que la de ayer iba a ser una “noche mágica”, como certificó que sucedió. Acompañó al estrado a una exultante Maddalen Iriarte, exportavoz en el Parlamento Vasco y candidata a diputada general de Gipuzkoa, sosteniendo su brazo y ofreciéndole un botellín de agua. “Estoy preparada para dar respuesta a los retos que tenemos ante nosotros”, dijo Iriarte, que aseguró que a a partir de hoy mismo se pondrá al frente de las negociaciones para formar gobierno en las Juntas del territorio. “Es una noche de gran emoción, a partir de mañana, a trabajar”, dijo.
"Hemos inaugurado un nuevo ciclo político, estamos preparados para gobernar este país"
Pese a su clara victoria, al conseguir 22 de los 51 escaños en juego, 5 más que en los comicios de 2019, dependería de los pactos para gobernar. El PNV, que ha gobernado en las dos últimas legislaturas, logró 17 escaños -3 menos-, el PSE se hizo con 7 -perdió 2- y Elkarrekin Podemos pasó de 4 a 2. Podrían ser decisivos para decantar mayorías los 3 junteros del PP, que solo tenía 1.
Mientras el partido de Arnaldo Otegi había convertido en un mantra erigirse en alternativa al PNV, los jeltzales llamaron a la movilización desde antes incluso del inicio de la campaña, ya que lo contrario podría penalizarle dada la base de voto fiel que mantiene EH Bildu y su a priori dificultad intrínseca para pescar en otros caladeros electorales. Todo ello, sumado al desgaste propio de la gestión llevada a cabo por los jeltzales en coalición con el PSE durante los años en los que se ha encadenado la pandemia, la crisis económica y la guerra en Ucrania, han hecho que la balanza se decantara del lado de la coalición abertzale, que mantuvo durante toda la jornada peleas ajustadas en Donostia (con el PNV) e Iruñea (con UPN).
Una campaña electoral que ha resultado ser todo menos plana y plácida para EH Bildu ha acabado por beneficiarle, con elementos de distorsión como el cariz de primera vuelta para las elecciones generales, e incluso de plebiscito de la gestión de Pedro Sánchez. Sobre la mesa estaba desentrañar su capacidad real de aumentar sus apoyos más allá de su base social, y se ha comprobado que la polémica por la inclusión de exmiembros de ETA en sus listas no ha afectado de forma negativa a su resultado. La propia coalición se ha esforzado en mostrar un perfil más abierto, al exhibir los apoyos de Javier Madrazo, Gemma Zabaleta, Nagua Alba y el exjuez Manuel Díaz de Rábago.
Juego de mayorías
A nivel municipal, la noche fue a su vez halagüeña para EH Bildu y en Bizkaia arrebató al PNV la alcaldía de Lekeitio con 7 concejales frente a los 6 de los jeltzales (un resultado inverso al de 2019) y mantuvo la de Ondarroa, con un resultado también de 7 a 6 a favor de la coalición. También venció en Durango, con 9 concejales, dos más que hace cuatro años, mientras que el PNV mantuvo sus 8 ediles y el PSE sus dos representantes. Obtuvo a su vez la mayoría absoluta en Alonsotegi, un municipio que siempre ha tenido alcaldes del PNV.
En Laudio se impuso a su vez con 7 concejales, uno más que el PNV, y en Gernika-Lumo el alcalde José María Gorroño, que concurría con su propia lista al margen del PNV, perdió por primera vez en diez años frente a EH Bildu -ambos empataron a 6 concejales-. Los jeltzales tuvieron 5. EH Bildu consiguió la victoria en Galdakao, al crecer en 3 concejales y alcanzar los 9 ediles, mientras que el PNV mantuvo sus 6 representantes en unos comicios marcados por la segregación de Usansolo. En el Ayuntamiento de Bilbao se aupó a la segunda posición al cosechar 6 ediles, dos más, frente a los 12 del PNV, que fue vencedor.
"Estoy preparada para dar respuesta a los retos que tenemos ante nosotros en Gipuzkoa"
En Gipuzkoa, EH Bildu logró la mayoría absoluta en Tolosa con el total de los votos escrutados y arrebató la alcaldía al PNV, al pasar de 8 a 9 concejales, mientras que el partido de Andoni Ortuzar perdió uno y se quedó con 7. En Errenteria la coalición reeditó su victoria al mantener los 9 ediles logrados en 2019, el PSE también repitió resultados, al hacerse con 6 ediles, y el PNV conservó sus 3 concejales. Ganó también las elecciones municipales en Arrasate, al superar al PNV y lograr 10 ediles, dos más que en 2019, mientras que los jeltzales sumaron 8, uno menos. Igualmente, en Andoain se impuso con 8 ediles a costa del PNV, que pasó de 4 a 3.
EH Bildu ganó por primera vez las elecciones municipales en Gasteiz a costa del PNV, que pasó de ser la fuerza más votada en 2019 a la cuarta posición, aunque igualada en número de concejales con el PSE y el PP, 6 cada uno. La coalición abertzale consiguió 7 concejales, uno más que en anteriores elecciones. También recuperó la alcaldía de Agurain/Salvatierra, el cuarto municipio de Araba, al lograr siete ediles, uno más. Tras varias legislaturas de gobierno de la izquierda abertzale, el PNV consiguió imponerse en Agurain hace cuatro años, lo que EH Bildu ha revertido ahora con los resultados del 28-M.