Viena - El director general del OIEA, la agencia nuclear de las Naciones Unidas, el argentino Rafael Grossi, instó ayer a Irán "a cooperar inmediata y plenamente" con sus inspectores para aclarar una serie de dudas sobre sus actividades atómicas.

Al inicio de una reunión trimestral de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Grossi recordó que Irán sigue negando el acceso a sus inspectores a instalaciones, algunas de ellas militares, de donde supuestamente provienen materiales atómicos no declarados hasta ahora. "Esto afecta de forma adversa la capacidad del organismo para esclarecer y resolver estas cuestiones y para proveer garantías creíbles sobre la ausencia de materiales y actividades nucleares no declaradas en Irán", advirtió el director general

Grossi había emitido hace diez días dos informes separados sobre las actividades nucleares de Irán, uno sobre el cumplimiento del gran acuerdo nuclear y otro sobre el acuerdo de salvaguardas (controles) de materiales y actividades atómicas.

Sin embargo, el OIEA reconoce que Teherán no ha reducido la cooperación en "la verificación de sus obligaciones" respecto al acuerdo nuclear con las potencias internacionales y cuyo nombre técnico es "plan de acción conjunto" (JCPOA, en sus siglas en inglés). Eso sí, en el informe técnico reservado, el OIEA destaca que Irán ha superado por primera vez los mil kilos de uranio enriquecido, muy por encima de los 300 kilos permitidos por el JCPOA.

Este acuerdo, firmado en 2015 por Irán y entonces seis grandes potencias, prevé una serie de limitaciones al programa nuclear, con el objetivo de evitar que la República Islámica pueda hacerse a corto plazo con armas atómicas, a cambio de levantar las sanciones económicas y diplomáticas contra el país.

Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió en mayo de 2018 abandonar el acuerdo e impuso nuevamente sanciones, como un embargo petrolero. Washington acusa a Irán de usar el dinero adicional que generó con el acuerdo nuclear para financiar su expansión militar y política en Oriente Medio.

Un año más tarde, en mayo de 2019, Irán empezó gradualmente a incumplir sus obligaciones del JCPOA para presionar a los países que siguen en el acuerdo para que les garanticen las ventajas económicas previstas. El Gobierno de Teherán respondió al informe del OIEA asegurando de que no tenía obligación de dar acceso al inspectores de este organismo a sus instalaciones nucleares reafirmando su política de incumplimiento de los acuerdos mientras la otra parte no sea capaz de cumplir su parte del trato (anulación de las sanciones). -