Los partidos que concurren a las elecciones autonómicas del martes en la Comunidad de Madrid cierran una de las campañas electorales más tensas que se recuerda. Y esa tensión se ha trasladado este domingo a los actos institucionales con motivo del Dos de Mayo, una celebración en la que la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha invocado la "libertad" -como su lema de campaña- por la que lucharon los héroes de 1808 y que la izquierda ha criticado por su "electoralismo".

Ha sido un acto con muchos menos invitados debido a la covid-19 y con ausencias destacadas, como la del candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que no ha ido al considerar que se ensalza a "las elites", y la de Más Madrid, Mónica García, que solo ha asistido a la rendición de honores a los héroes en la Puerta del Sol pero no ha entrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico, para evitar ver la imposición de una medalla a la expresidenta Cristina Cifuentes.

Sí han acudido el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, que se ha quejado de que el evento ha tenido "ingredientes de propaganda que son inadecuados en vísperas de una campaña electoral"; el de Cs, Edmundo Bal, y la de Vox, Rocío Monasterio.

También han asistido, entre otros, el portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Ameida; la vicealcaldesa, Begoña Villacís; los consejeros del PP y exmiembros del Gobierno regional de Cs, así como los expresidentes regionales Joaquín Leguina, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes y Ángel Garrido; todos, excepto Ignacio González, procesado por el caso Lezo.

Antes del acto institucional, los candidatos presentes han aprovechado para llamar a los madrileños a participar en los comicios del próximo martes, apelando al espíritu del Dos de Mayo.

Ha sido una celebración marcada por la proximidad de las elecciones y por los reencuentros: el frío de Ayuso con su exsocio de Gobierno, el exvicepresidente Ignacio Aguado, de Cs -no se han saludado-, o el más cálido de la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes con el edificio que durante tres años fue "su casa".

Ayuso tampoco ha saludado a Garrido (que después de ser presidente regional con el PP ejerció como consejero de Cs), pero ha abrazado a Cifuentes, Gallardón, Aguirre y al líder del PP, Pablo Casado, sentado en primera fila junto a la mandataria.