Las obras para que la línea 17 de Dbus acoja el Bus Eléctrico Inteligente (BEI) en Donostia darán comienzo el año próximo, según manifestó el alcalde de la capital guipuzcoana, Eneko Goia, tras la firma de un nuevo acuerdo con el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, para la puesta en marcha del proyecto. El horizonte para su estreno se sitúa en 2025, según el plan de financiación. Será la segunda ciudad vasca en contar con el bus eléctrico, tras su primera experiencia en Vitoria.
La nueva línea de autobuses eléctricos, para la que se redactarán los proyectos a lo largo de este año, supondrá que el carril del BEI tendrá prioridad semafórica para ir más rápido, permitirá cancelar la tarjeta Mugi (y las de los demás territorios vascos) en las paradas y éstas se situarán a un altura similar a la de la entrada a los autobuses, con el fin de que sean más accesibles. Además, los vehículos contarán con un sistema de acercamiento a la acera, entre otros adelantos. La línea, además, permitirá la conexión intermodal del barrio de Gros con el nuevo Topo, destacó Goia.
Ambos responsables institucionales suscribieron este lunes un nuevo convenio diferente al que habían firmando en el pasado. Mientras el anterior preveía que todos los proyectos fueran elaborados por el Gobierno Vasco, el nuevo contempla que tanto los estudios técnicos previos como los anteproyectos y el proyecto contructivo sean redactados por el Ayuntamiento de Donostia, como ya aprobó el Consistorio en septiembre del año pasado.
Experiencia en Vitoria
La experiencia del BEI de Vitoria, que visitó el alcalde recientemente, ha aconsejado que los proyectos no dependan de ETS sino de la institucion local porque tiene una "mayor cercanía" y por "conocer con mayor precisión las necesidades de las personas usuarias del transporte y las características de la ciudad", dijo Goia.
Euskal Trenbide Sarea (ETS), dependiente del Gobierno Vasco, dará su apoyo a las cuestiones técnicas tanto durante la redacción de los proyectos como durante la obra, según el acuerdo.
Además, se hará cargo de una gran parte de la financiación de los 25,7 millones de euros que costará la transformación de la línea. El 65% (16,7 millones) correrá a cargo del Gobierno Vasco y el 35% (nueve millones) restantes, del Ayuntamiento.
El proyecto se enmarca dentro del impulso a la movilidad inteligente de Donostia firmado entre ambas instituciones y la Diputación y contará con ayudas europeas de los fondos Feder, según recordó Arriola.
Una "verdadera revolución"
El consejero de Transportes, además, manifestó que la puesta en marcha del BEI, así como Del nuevo Topo, con sus nuevas estaciones del Centro y Benta Berri y la ampliación de la de Anoeta, además de la llegada del TAV al centro de Donostia van a suponer "una verdadera revolución en materia de movilidad en pocos años".
"Nuestro propósito es avanzar para que los vehículos contaminantes sigan perdiendo relevancia en beneficio de alternativas más verdes", destacó Arriola, que resaltó también la necesidad de "descarbonizar el transporte público y propiciar al mismo tiempo un sistema de movilidad eficiente, rápido, cómodo y seguro".
Por su parte, el regidor donostiarra manifestó que "el BEI encaja a la perfección en este nuevo paradigma de movilidad para la ciudad, porque combina tanto el transporte limpio con la intermodalidad con otros sistemas de transporte públicos, caso del Topo".
Asimismo, añadió que el nuevo sistema de transporte "será más limpio, público y eficaz", por lo que ayudará tanto en la reducción de emisiones como en la apuesta del Ayuntamiento para crear una zona de bajas emisiones prevista en los planes Datorren Donostia.